Las bibliotecas de Elche no prestan libros a usuarios de otra ciudad
Las bibliotecas municipales de Elche sólo prestan libros desde hace unos días a usuarios empadronados en la ciudad. Los estudiantes de la Universidad Miguel Hernández que estén censados en otras localidades o cualquier persona que no sea de Elche han quedado excluidos de este servicio. Paradójicamente, la restricción en los préstamos es fruto de la modernización de la red local de bibliotecas. El nuevo sistema informático de Elche es incompatible con el de las bibliotecas de la Generalitat.
El Ayuntamiento ilicitano y la Consejería de Cultura se culpan mutuamente de este hecho insólito. Los esfuerzos de las administraciones públicas por fomentar la lectura han caído en un saco roto en las bibliotecas de Elche, unos centros de lectura de los que se benefician muchos de los habitantes de la comarca del Baix Vinalopó. El concejal de Cultura ilicitano, el socialista Antonio Amorós, asegura que el municipio ya advirtió en mayo a la Consejería de Cultura, en un comunicado público, que esta situación anómala se daría cuando finalizara el proceso de informatización de los centros de lectura. Tras la modernización, el Ayuntamiento ofreció a cada uno de sus usuarios, censados en Elche, un carné con una banda magnética que les permite acceder a la red local de bibliotecas y saber en qué centro está el libro que desean, si está prestado, y en tal caso la fecha establecida para la devolución. El archivero bibliotecario, Rafael Navarro, precisa que el Ayuntamiento sólo puede expedir carnés a sus vecinos y que después de la informatización no puede aceptar los del resto de bibliotecas valencianas porque anularía las mejoras introducidas en la red, ya que el ordenador no controlaría los préstamos. Navarro señala que como bibliotecario se siente "avergonzado por esta situación, pero la culpa es de Cultura". El archivero especifica que la consejería está obligada a asumir la dirección técnica de las bibliotecas y a coordinarlas con los restantes centros de la red de la Generalitat Valenciana. "En numerosas ocasiones les advertimos del problema que se iba a generar, pero no hicieron nada, y por lo tanto han hecho dejación de una responsabilidad que les transfirió el Estado", dice Navarro. "Están convirtiendo las bibliotecas en aldeas porque siguen criterios del siglo XIX", añadió. Coordinación técnica Por su parte, la directora de Patrimonio Cultural de la Generalitat, Consuelo Ciscar, especifica que las bibliotecas municipales de Elche son competencia exclusiva del Ayuntamiento, y niega cualquier responsabilidad en las deficiencias del servicio. Ciscar asegura que las obligaciones de la Generalitat pasan por la coordinación técnica de los centros valencianos, como la catalogación de los volúmenes, pero que su departamento no se inmiscuye en aquellos aspectos intrínsecos de la biblioteca. La directora de Patrimonio Cultural asegura que unos 200 municipios de la Comunidad Valenciana han informatizado sus bibliotecas y siguen prestando el servicio con normalidad a todos los usuarios. "Es el primer caso que conozco que no se permite a usuarios de otras ciudades beneficiarse del servicio de préstamos de libros", dice Ciscar. La responsable de la Generalitat de la coordinación de bibliotecas pedirá explicaciones al Ayuntamiento de Elche para que subsane esta situación. Por otra parte, Ciscar señala que su departamento no hará efectiva la subvención de 2,5 millones de pesetas que acordó con el Ayuntamiento de Elche para la compra de fondos bibliográficos, al no justificar el municipio las adquisiciones realizadas en el plazo establecido. Según la directora general de Patrimonio Cultural, el Ayuntamiento debía haber remitido la documentación el 1 de octubre; sin embargo, los justificantes tienen fecha de salida del 23 de octubre y de entrada en Cultura del 2 de noviembre.
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