La derecha pone más restricciones

El único Gobierno conservador de la UE, además de Irlanda, ha dado un giro radical con la reciente presentación de unas enmiendas muy restrictivas a la proposición de ley sobre integración que hizo el Grupo Parlamentario Catalán. Hasta entonces existía un cierto consenso de los partidos en que había que reformar la Ley de Extranjería de 1985, la normativa vigente sobre inmigración, con el fin de tratar la situación de los inmigrantes desde un punto de vista humanitario y de asistencia y no sólo de acción policial.Para el resto de los partidos, las enmiendas que ha presentado el PP suponen un paso atrás. Un ejemplo de su talante es que en muchos puntos remite a la normativa de desarrollo los requisitos para adquirir los derechos, cuando éstos o se tienen o no. O, como en el caso de la protección sanitaria de los inmigrantes, se crean vacíos legales, cuando se señala: "Los extranjeros tendrán derecho a la protección de la salud y a la atención sanitaria en los términos señalados por la Ley General de Sanidad", olvidando que esta ley sólo contempla a los inmigrantes regularizados. Además, deja a voluntad del cónsul la concesión de visados, pues "la denegación no precisa ser motivada".