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La Generalitat renuncia a la selección de personal y ficha al director de CAC para Terra Mítica

Miguel Navarro, actual director general de la Ciudad de las Artes y las Ciencias, SA, la empresa pública que desarrolla el proyecto de construcción del cine hemisférico, un palacio de las artes y un museo de las ciencias en el cauce del Turia, en Valencia, ha sido fichado por la Generalitat como responsable de Terra Mítica, el parque temático que se construye en Benidorm. Navarro accede al cargo como hombre de confianza para que trabaje sobre el terreno e impulse con su presencia el desarrollo de las obras. Terra Mítica estaba implicada en un proceso de captación de su futuro equipo directivo y había solicitado la cooperación de una empresa de cazatalentos. Pero el retraso en la selección de personal y lo avanzado de las obras han forzado a designar a un responsable para la dirección general del proyecto. Las obras de acceso a las instalaciones generan, además, algunos problemas políticos. El PP se quedó solo al defender la urgencia del proyecto de desdoblamiento de la carretera de La Cala de Benidorm a Finestrat, que servirá para acceder a Terra Mítica y que comportará una inversión de 275 millones de pesetas por parte de la Diputación de Alicante. El PSPV se abstuvo y EU votó en contra. Los grupos de izquierda acusaron al presidente de la Diputación, Julio de España, de anteponer los intereses particulares a los generales y de "poner la institución al servicio de Eduardo Zaplana". La oposición pidió las mismas prisas para este proyecto que para la mejora del resto de carreteras de la red provincial. Los socialistas aprovecharon el debate para poner de manifiesto el escaso grado de ejecución de los presupuestos de la Diputación y denunciar la política de "imagen" de Eduardo Zaplana. "Los convenios son todos humo. Un acuerdo no está para firmarlo, hay que cumplirlo", dijo el portavoz socialista, Antonio Mira-Perceval. "Terra Mítica lo entienden ustedes como un negocio electoral", dijo el socialista José Fornés dirigiéndose a los diputados populares, "y al final acabarán por cambiarle el nombre y será Picarolandia", en referencia a la peña festera benidormí a la que pertenece el presidente de la Generalitat. Antonio Botella, del PP, justificó la emergencia de las obras alegando que el complejo lúdico generará 5.000 puestos de trabajo y una fuerte inversión inmobiliaria.

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