Maragall augura a CiU los mismos problemas de liderazgo que al PSOE

Andorra la Vella [EN] El candidato del PSC a la Generalitat auguró ayer a CiU los mismos problemas de transición que los que hoy enfrentan a los líderes del PSOE. En su opinión, los herederos de Pujol pagarán la tradición unipersonal de liderazgo que ha vivido en los últimos años Convergència. Maragall ofreció a CiU y de nuevo al PSOE el modelo de los socialistas catalanes, con una estructura bicéfala protagonizada por él mismo y por Narcís Serra que, en su opinión, funciona sin problemas.

Maragall no quiso abundar en detalles sobre la situación que se generará en CiU dentro de un tiempo, pero apuntó hacia un reparto de poder o bien a una división de funciones para superar la crisis que, en opinión del candidato socialista, se avecina en las filas convergentes. El líder socialista eludió valorar si las dificultades de transición de CiU favorecerían su candidatura a la Generalitat. Pero apuntó que es importante que haya "una renovación y un buen golpe de tramontana, eliminando la herrumbre que se ha ido acumulando con el tiempo, aunque haya sido con toda la buena fe del mundo". En opinión de Maragall, lo verdaderamente importante no es pensar en quién ha de mandar en los partidos, sino cómo deben ser esas organizaciones. El candidato consideró una prueba de mucho valor la apuesta del los socialistas de abrir su partido a la sociedad y a los simpatizantes con la celebración de elecciones primarias porque de, esta manera, se propician "partidos mucho más abiertos, menos confesionales y más agrupados en torno a unas ideas básicas, que en nuestro caso son de cambio y de renovación". El futuro del Pirineo El candidato socialista hizo estas declaraciones en Andorra antes de pronunciar una conferencia sobre el futuro del Pirineo, en una jornadas economicas organizadas por el Banco Agrícola de Andorra. En su intervención, Maragall abogó por la creación de una región especifica del Pirineo, "no necesariamente una región administrativa, pero sí una región de planificación, que tenga un instituto propio de gestión y que tenga una voz propia y unificada frente a Cataluña". Para Maragall, la zona pirenaica es una de las voces fuertes del país, con significado propio, pero carecer de esa voz unificada. Durante su visita a Andorra, Maragall se entrevistó con el jefe de Estado, el copríncipe de Andorra, Joan Martí Alanis, con quien habló del futuro de esta región única del Pirineo, y también con el jefe de gobierno Marc Forné.