Martín Pallín dice que la policía debe aprender a explicar las pruebas al jurado
Las inexperiencias se pagan, y así ha ocurrido con la Ley del Jurado en sus primeros años de vida. Son fundamentalmente las partes que se mueven alrededor del proceso las que se tienen que adaptar a un tribunal no técnico, tal y como explicó ayer en la Academia de la Policía Autónoma, en Arkaute, el miembro de la Sala Segunda del Tribunal Supremo Francisco Martín Pallín. "Las policías, y sobre todo la policía judicial, tienen que adaptarse para ofrecer las pruebas a un grupo de ciudadanos legos en Derecho", subrayó.
Francisco Martín Pallín participó como ponente en una mesa redonda que sobre la Actuación policial en la averiguación de la verdad en el proceso penal se celebró en la Academia de Policía de Arkaute. Ante un público sensible a las actuaciones del jurado, después de lo sucedido con el caso Otegi, Martín Pallín no eludió el envite y habló directamente de aquel juicio. "Creo que ese fue un caso en el que no se presentaron correctamente las pruebas ante el jurado, cuando era un hecho que tenía, en su forma de ejecutarse, una relativa sencillez porque era un asesinato doble". Para el magistrado del Supremo, la clave del veredicto absolutorio del jurado está en la complicación con que se les ofreció el caso a sus miembros. "Cuando un asunto claro se transforma en 97 preguntas, algo ha fallado, porque me parece un número excesivo que necesariamente pudo inducir a confusión al jurado". Además, según Francisco Martín Pallín, "nadie negó la realidad de los hechos, que Otegi era autor de los asesinatos; lo que en el fondo se discutía era un problema de imputabilidad. Y dentro de la valoración que se hizo, con las pruebas periciales practicadas, el jurado llegó a la conclusión de que era inimputable". En opinión del magistrado, la policía ha de tener en cuenta a la hora de presentar las pruebas que no es lo mismo explicar un hecho ante un tribunal técnico, de jueces, que de alguna manera conocen ya los antecedentes y todas las actuaciones, que ante un tribunal de ciudadanos que no conocen la instrucción y que por primera vez se van a enfrentar a unos hechos. Pero esta situación ofrece sus ventajas a la justicia, ya que, dijo, "la condición de jueces legos o de ciudadanos que no conocen el Derecho de los jurados les enfrenta a la situación con una perspectiva diferente a la de los jueces de Derecho. Nosotros, por rutina unas veces, y por malformación, otras, tenemos prejuicios ya formados antes de entrar en el juicio", explicó Martín Pallín en la Academia de la Ertzaintza. Por tanto, el veredicto del caso Otegi no fue un problema de la Ley del Jurado, a su juicio. El miembro del tribunal de la Sala Segunda del Supremo recordó cómo la Ley del Jurado había surgido en medio de unas fuertes críticas. "Ha habido algunas resoluciones, como la del caso Otegi que han sido mal interpretadas o mal enfocadas desde el punto de vista informativo, pero en estos momentos tengo la sensación de que el tribunal del jurado va cuajando dentro de la sociedad española, donde ocupará el lugar que debe dentro de una sociedad democrática", vaticinó.
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