El fiscal pide ayuda para atender a los niños con problemas mentales

El fiscal de menores de Madrid, Félix Pantoja, tiene dos pesadillas: la ausencia de medios para atender a los niños conflictivos con problemas de salud mental, con especial incidencia en las capas más deprimidas de la población, y la falta de instrumentos para integrar a los menores que llegan a Madrid procedentes de los países del norte de África. Pantoja confiesa que no sabe adónde dirigir a los menores que llegan a su fiscalía necesitados, más que de un correctivo judicial, de tratamiento médico.

Félix Pantoja asegura que se trata de un problema "muy grave" que concierne a toda la sociedad: "Los niños de hoy serán los mayores de mañana". A su departamento llegan periódicamente padres desesperados que se muestran impotentes para gobernar a sus hijos y que le piden ayuda porque no saben qué hacer con ellos. "Más que instrumentos judiciales, lo que esos niños necesitan es ayuda médica, y no tenemos medios para proporcionársela", destaca Pantoja. Hace un año, Pantoja hizo un llamamiento a las instituciones para que prestasen ayuda terapéutica a estos niños. "La situación sigue igual", confiesa. "Son niños que si no son tratados a tiempo pueden acabar como auténticos delincuentes", subraya.En la fiscalía no existe estadística oficial sobre el porcentaje de niños susceptibles de presentar alguna patología mental. "Ignoro si el dato es correcto, pero algunos pediatras hablan de que un 20% de los niños sufre algún problema".

Aunque la Comunidad de Madrid es la responsable de la protección al menor, Pantoja cree que la Administración regional no es la única culpable de esta situación. "Es necesario que también se implique en este asunto el Sistema Nacional de Salud [el Insalud]", dice.

La Comunidad de Madrid habilitó hace meses, tras la primera queja del fiscal en este sentido, una decena de camas en un centro de Guadarrama para el tratamiento de la salud mental del menor. "Son insuficientes", se lamenta Pantoja. "Ahora mismo, en la fiscalía tenemos 35 casos de niños que necesitan con urgencia atención mental y que no sabemos qué hacer con ellos. Les hemos abierto un expediente y, con los escasos medios de que disponemos, estamos haciéndoles un seguimiento, pero eso no basta". Este periódico intentó ayer, sin éxito, conversar con Esperanza García, directora del Instituto Madrileño del Menor y la Familia. Hace un año, cuando el fiscal elevó a la Comunidad su primera queja, García señaló que los niños con patologías mentales tienen la opción de ser canalizados a los centros de salud mental. "Estos centros funcionan en general mal, pues no hay un control sobre los menores", matiza el fiscal.

Otro de los problemas con que se está topando la fiscalía es la creciente llegada de niños norteafricanos a Madrid en busca de mejores condiciones de vida. Para la mayoría, ese deseo se queda en un espejismo y, como el hambre apremia, deriva en la delincuencia continuada. Son niños que necesitan "un tratamiento específico, escolarización, educación; sin embargo, no hay medios, tutores, asistentes, para facilitárselo", dice.