Francia pretende que los médicos delaten a los deportistas que se dopen

La Asamblea Nacional francesa comenzará hoy la discusión de un proyecto de ley destinado a perseguir el dopaje. La ministra Marie-Georges Buffet parece haberse cansado de gastar dinero en controles antidopaje (39,5 millones de francos en 1998, unos mil millones de pesetas) que no sirven de nada. Quiere que el seguimiento médico de los atletas se haga de otra manera y quiere responsabilizar a los médicos, que estarán obligados a denunciar cualquier anomalía detectada a la comisión medica de una futura autoridad. De no hacerlo su comportamiento se equiparará a la no asistencia a persona en peligro. Un responsable del Centro Nacional de la Investigación Científica (CNRS) ha dicho incluso que teme que se produzca "un escándalo de la dimensión del de la sangre contaminada".La Asamblea Nacional quiere que se efectúe un estudio que contemple diversos aspectos, entre ellos el estado de salud de los antiguos deportistas de competición. Y no sólo eso sino que quiere comprobar si es cierto el vínculo entre deporte de élite, dopaje y toxicomanía.

Mens sana in corpore sano. La máxima aparece hoy mas risible que nunca. La ministra comunista cree que el estudio demostrará que la actual práctica intensiva de deporte acostumbra a ser nociva para la salud. Ya no se trata tan sólo del consumo de substancias prohibidas sino del riesgo mismo que comporta un esfuerzo excesivo. "La caza de récords, el entrenamiento excesivo, el calendario de competición recargado y un tiempo de descanso cada vez mas breve" figuran entre los temas pendientes. "Cuando el poder federativo es débil, se abre la puerta a la comercialización del espectáculo deportivo, a la corrupción y a la trampa". Los diputados quieren pues resolver la contradicción existente entre espectáculo y deportivo. Creen que la Europa comunitaria puede dar un paso decisivo, ejemplar. Para ello hay que modificar la actual lógica de la competición pero también expulsar de ella a los médicos que aceptan la ósmosis total existente entre los progresos de la biomedicina y su empleo inmediato en el deporte. Es el caso de lo sucedido con la hemoglobina reticulada o los fluorocarbonos que ayudan a mejorar el transporte de oxígeno en la sangre. Los deportistas han comenzado a tomarlo antes de que nadie haya investigado sobre sus hipotéticas consecuencias.