Alicante deja construir en Tabarca mientras prepara su protección

Apenas un mes después de conocerse la revisión del plan especial de protección de la isla de Tabarca, aún por aprobar y que prevé construir fortificaciones diseñadas en el XVIII para completar el proyecto de Carlos III, la comisión de Gobierno del Ayuntamiento de Alicante, en manos del PP, ha concedido una licencia para construir chalés adosados sobre parte del espacio inicialmente destinado a recuperar simbólicamente y en volumen el castillo de San Carlos.

La oposición municipal solicita al presidente Zaplana que haga uso de sus competencias y suspenda la licencia para evitar que se altere el patrimonio cultural de la isla. La licencia se ha concedido días antes de que se publique en el Diari Oficial de la Generalitat Valenciana el inicio del periodo de exposición pública del plan especial, que automáticamente suspenderá todas los permisos de obra hasta la aprobación definitiva del documento. El propietario de los terrenos y beneficiario de la licencia es Pascual Orts, alcalde de Santa Pola, del PP, dato que ha elevado el tono del debate. La licencia, de acuerdo al planeamiento urbanístico actual de la isla, es legal, pero de hecho supone un mazazo a los planes de recuperación de un proyecto que relanzaría Tabarca como centro monumental. Declarada conjunto histórico-artístico en agosto de 1964, el núcleo urbano fortificado se diseñó en el siglo XVIII después de que el duque de Aranda convenciera a Carlos III de la necesidad de defender las costas alicantinas de los piratas. El amurallamiento no llegó jamás a completarse, y con el paso del tiempo parte del levantado se derrumbó. El plan especial de protección, elaborado con el consenso de los grupos municipales, establece un ambicioso proyecto de acabado integral de la muralla y la recuperación simbólica de edificios que no llegaron a levantarse, como el castillo de San Carlos, al sur de la isla. La iniciativa municipal, dos siglos después, plantea recuperar simbólicamente la parte sur de la isla con la construcción de lo que hubiera sido el baluarte del castillo y una zona de servicios. La filosofía de ese plan, aplaudido por técnicos y políticos, queda ahora desvirtuada con la autorización para construir seis chaléss sobre lo que sería el baluarte, que además dificultarían la labor de reconstrucción de la muralla. Pese a un informe negativo de técnicos de la Consejería de Cultura, la Dirección General del Patrimonio ha dado el visto bueno al proyecto, paso definitivo para que el alcalde de Santa Pola consiguiera la licencia de obra, otorgada por su homólogo de Alicante, Luis Díaz Alperi, también del PP. Los partidos de la oposición acusan al PP de atentar contra el patrimonio cultural,pero el equipo de gobierno insiste en que la licencia se ajusta a la legalidad vigente. El portavoz de Nova Esquerra, Pablo Rosser, hizo llegar ayer al presidente Eduardo Zaplana un escrito en el que le solicita que suspenda la licencia concedida por el Ayuntamiento.