El régimen chino planta cara a "la subversión" difundida por Internet
Lin Hai, un ejecutivo chino acusado de subversión por las autoridades de Pekín, tras facilitar millones de direcciones de correo electrónico en China a "publicaciones hostiles extranjeras", será juzgado el próximo día 26 en Shangai. Los fiscales acusan a Lin de "incitar la subversión del poder del Estado" y de ejercer su actividad desde septiembre de 1997. El juicio muestra el nuevo campo de batalla electrónico entre los disidentes chinos y los cuerpos de seguridad encargados de mantener el control del partido comunista.
Los fiscales alegan que Lin proporcionó direcciones al boletín de Internet VIP Reference, una publicación realizada desde Washington por defensores de la democracia en China y enviada a cientos de miles de usuarios de la red en China. Según la acusación, el ejecutivo ayudó a que el boletín "llevara a cabo propaganda e incitación al delito al distribuir artículos instando a la subversión contra el poder del Estado y al derrocamiento del sistema socialista".Lin es la primera víctima legal de una nueva lucha, la de los usuarios de Internet que, tanto en China como en el extranjero, han saboteado los intentos de Pekín de censurar el debate político y filtrar noticias procedentes de Occidente. VIP Reference, que difunde reportajes de las actividades de disidentes, ensayos y artículos sobre derechos humanos, es el más importante de un grupo de sitios en la red que traspasan las defensas informáticas del Gobierno chino. "Estamos promocionando la libertad de expresión en la red", afirma Feng Donghai, un ingeniero chino de la Universidad de Columbia (Nueva York) que emigró a Estados Unidos hace tres años y colaboró con el lanzamiento de VIP Reference el pasado otoño. "[El Gobierno chino] usará el juicio de Lin Hai como una advertencia", opina.
El boletín principal de VIP Reference, que incluye artículos y debates sobre asuntos democráticos, se envía cada 10 días a más de 250.000 direcciones chinas, según su propietario, Lian Shengde. Una edición diaria, compuesta por relatos detallados de actividades y detenciones de disidentes, alcanza a unas 25.000, pero las cifras se incrementan gracias a las listas de direcciones que entregan simpatizantes de la publicación.
Los directores del boletín aceptan direcciones y lo envían indistintamente para que ninguno de los receptores puedan ser acusados de subscribirse intencionadamente. Para evadir las medidas de control del Gobierno, VIP Reference se envía desde una dirección diferente en EEUU cada día. "Estamos planteando un nuevo problema para los comunistas", señala Lian, que llegó a EEUU tras la represión de las manifestaciones en la plaza de Tiananmen en 1989. "No creo que tengan ninguna manera de pararlo", añadió.
Durante el año pasado estos boletines y grupos de discusión electrónica han desempeñado un papel importante como medio de comunicación entre activistas, señala Xiao Qiang, director de la organización Human Rights in China en Nueva York.
China cuenta con unas 1,2 millones de cuentas en Internet, gran parte de ellas compartidas entre varios usuarios, y la cifra aumenta rápidamente. El Gobierno ha incentivado las conexiones a la red para promocionar el desarrollo nacional, pero ahora está perdiendo la lucha para controlar el uso político de ésta.
Pekín ha levantado "una cortina de fuego electrónica" para bloquear el acceso a sitios de opositores en Internet, como los de grupos de derechos humanos. Sin embargo, ha sido imposible controlar todas las publicaciones nuevas y los usuarios experimentados logran evitar las restricciones.
La semana pasada, Xu, la esposa de Lin se enteró de que el juicio será a puerta cerrada y que ni ella podrá asistir. Sobre el papel de los abogados que contrató para su marido, Xu se lamentó: "Me temo que no van a influir mucho en el resultado". Lin Hai puede ser condenado a cinco o más años de cárcel si es considerado culpable por el tribunal.
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