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Cinco años de prisión para el ex presidente de Cedade por apología del genocidio y el odio racial

Un juzgado de Barcelona condenó ayer a Pedro Varela, expresidente del disuelto grupo nazi Círculo Español de Amigos de Europa (Cedade) y propietario de la librería Europa de Barcelona, a cinco años de prisión por apología del genocidio e incitación al odio racial y multa de 720.000 pesetas. La condena es la primera que se dicta en España por estos delitos, incluidos en el Código Penal de 1996. El juez obliga a Varela a entregar el pasaporte para evitar su fuga porque "goza de relaciones personales e internacionales suficientes", y a comparecer cada mes en el juzgado.

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El magistrado Santiago Vidal, titular del juzgado de lo Penal número 3 de Barcelona, considera que Pedro Varela cometió los delitos por los que ha sido condenado desde la librería Europa, al distribuir y vender a diversos países libros, carteles, vídeos y otras publicaciones "en los que de forma reiterada e inequívocamente vejatoria para el grupo social integrado por la comunidad judía se negaba la persecución y genocidio sufridos por dicho pueblo" o se exaltaba el régimen de Hitler. La sentencia precisa que esas publicaciones también defendían "tesis revisionistas" de la historia, tal y como reconoció el propio Varela durante el juicio amparándose en su condición de librero e historiador.Los Mossos d'Esquadra registraron la librería el 11 de diciembre de 1996 y se incautaron de 20.976 libros, 324 vídeos, 36 cintas y 124 fotolitos. La defensa argumentó en el juicio que en la librería también se vendían otras publicaciones, pero el juez precisa que "la oferta editorial no era en absoluto plural sino tendenciosamente dirigida a convencer a sus potenciales clientes, tanto los que visitaban la librería y adquirían sus productos como los varios centenares de clientes fijos de distintos países del mundo".

La resolución entiende que la existencia en la librería de libros distintos a los de contenido revisionista "no guardaba otra finalidad que cubrir mínimamente las citadas apariencias de pluralidad" y recuerda la declaración de un testigo de que esos libros diferentes "eran una simple tapadera".

En este sentido, se recuerdan los "múltiples contactos postales" de Varela con "teóricos y dogmáticos" del revisionismo de España, Europa y América Latina, algunos de los cuales se citan por su nombre y se recuerda que fueron condenados por acusaciones similares.

Las penas impuestas a Varela de dos y tres años por los delitos continuados de apología del genocidio e incitación al odio racial, respectivamente, son las máximas que prevé el Código Penal. Si la Audiencia de Barcelona, que es el órgano que verá el recurso de apelación, confirma la sentencia e incluso si rebaja mínimamente alguna de las penas, Varela podría ingresar en prisión. Cuando la sentencia sea firme los libros incautados serán destruidos.

La libertad de expresión

El juez explica, para rebatir otra tesis de la defensa, que "el respeto a los derechos humanos está y debe seguir estando por encima de cualquier otro derecho individual, incluido el de la libertad de expresión". El magistrado, que pertenece a la asociación progresista Jueces para la Democracia, cita entre sus argumentos jurídicos los convenios internacionales suscritos por España en defensa de los derechos humanos, la jurisprudencia del Tribunal Supremo y Constitucional y hasta la declaración de los jefes de Estado y de Gobierno europeos reunidos en Viena en 1993 en la que se instaba a combatir la xenofobia.La sentencia relata también que el Código Penal no castiga las ideas de Varela "como método genérico (...) sino sólo cuando concurre un concreto y evidente riesgo de generar actos" violentos, como ocurre en este caso. El juez también matiza que las actividades de Varela al frente de Cedade tampoco son objeto de juicio y que a la hora de dictar sentencia "no puede ni debe entrar en valoraciones de matiz político o ideológico".

Otra cosa, precisa la sentencia, es el uso que Varela hizo de los carteles, libros y vídeos de contenido nazi que pertenecían a Cedade. Al ser disuelta la organización en 1994 ese material fue a parar a la librería Europa y se vendió mezclado con el resto de publicaciones. Varela aseguró que sólo se almacenó. La sentencia también desestima el argumento de que Varela desconocía el contenido de los libros y recuerda que un abogado le advirtió por carta en marzo de 1996, antes de entrar en vigor el Código Penal, que la distribución de ese material sería delito en España al cabo de unas semanas. "No en balde se trata de un licenciado universitario con brillante expediente académico experto en materias de revisionismo histórico", dice el juez.

El magistrado recuerda que además de "director de la empresa editora, difusora o emisora" de los libros revisionistas, Varela redactó un panfleto sobre Ana Frank en el que afirmaba que "no fue ejecutada ni asesinada", sino que "fue otra víctima de la guerra, al igual que millones de no judíos en Europa".

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