Vivir en la Tierra

No creo que tenga mucho sentido invertir en el espacio, gastando miles de millones de dólares, mientras nuestro planeta presenta tantas desigualdades y un gran número de problemas que requieren una inmediata atención: conflictos bélicos, hambre, miseria, catástrofes que podían evitarse en parte si las construcciones fueran más sólidas, alejadas de zonas de riesgo. No me satisface la opinión de Pedro Duque (astronauta español del Discovery) respecto a que la inversión en el espacio beneficia a toda la sociedad. Hay una gran parte de este planeta que no conoce más que dolor, hambre, enfermedades, miseria y como colofón la muerte. Se han quemado billones de dólares en la carrera espacial y no por ello han desaparecido los pobres del planeta, tampoco hay más solidaridad, ni más fraternidad. Los ricos siguen siendo ricos y los pobres cada vez más pobres. Antes de dirigir nuestros ojos al cielo, miremos nuestro planeta Tierra con su delicada situación.Quizás algún día el poder mundial deje de invertir en artilugios militares, sofisticadas armas, etcétera, y nos dé la sorpresa de que tal dinero se destinará a viviendas, cultivos; en definitiva, a la mejora de las condiciones de vida de nuestros semejantes. Soñemos con un mundo libre de explotación, donde los potentados se conviertan en personas y dejen de acaparar sin ton ni son.

Finalmente, anhelemos el despertar de los pobres, para dejar de ser el blanco de toda clase de miserias, en una auténtica revolución pacífica consistente en no traer más hijos a este mundo, donde serán presa del hambre, la enfermedad, las guerras, el contrabando de órganos, la explotación y la muerte. A la falta de justicia respondamos con menos hijos, hagamos oídos sordos a los cantos de sirena de los políticos y las religiones, pues llevan implícito el poner más yugos sobre el cuello de los pobres.-