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Datos de interés

La firma malagueña sólo emplea a disminuidos psíquicos Puertas a la integración

EMPRESAS» Aspromanis IndustrialEn el mercado es una empresa más. Sus productos deben competir en calidad y precio porque los compradores no se andan con concesiones. De puertas para adentro, Aspromanis Industrial es algo diferente. Su plantilla está íntegramente compuesta por disminuidos psíquicos que a golpe de martillo y soplete demuestran cada día sus capacidades y los beneficios que -tanto para ellos como para la sociedad-, reporta la integración laboral del colectivo. Los datos son modestos, pero nada desdeñables. Desde 1980, la empresa produce puertas, ventanas, barandillas, rejas y escaleras en hierro y aluminio que vende a constructoras de renombre como Dragados, Sando, Cubiertas y Mzov. Entre sus clientes también se cuentan los ayuntamientos de Málaga, Torremolinos, la Diputación y un largo etcétera de particulares. Los productos están a la vista: las vallas del céntrico Paseo del Parque, las rejas de numerosos colegios públicos de Málaga capital, los toboganes y otros juegos de muchos parques infantiles y hasta algunas escaleras de incendios de prestigiosos hoteles de la costa. Hay otros productos menos tangibles, que no se reflejan en la contabilidad ni se venden en el mercado: casos como el de Juan Antonio Pérez cuentan a la hora de hacer balance. Miembro de la plantilla desde que la empresa comenzó a funcionar, este trabajador vive solo y con el sueldo que gana se ha comprado su propio piso. "Para nosotros crecer supone crear más empleo para personas con retraso mental, no significa ganar dinero", aclara Antonio Fontana, responsable del centro. Desde 1980 hasta hoy prácticamente han mantenido los mismos puestos de trabajo, pero ahora Aspromanis se plantea rentabilizar la planta que tiene en las afueras de la capital con un lavadero de coches que dará empleo a otros seis trabajadores. Fontana explica que lo más difícil no es producir puertas y ventanas, sino encontrar una actividad rentable para que los empleados puedan llevar a casa una media de 75.000 pesetas mensuales netas. "Son personas con retraso mental, que tienen que generar una producción que permita cubrir el 50% de su sueldo más los gastos y eso no siempre se consigue", puntualiza. La Consejería de Trabajo de la Junta subvenciona el otro 50% del salario, porcentaje que no incluye los pluses. Para los responsables de la empresa, debería haber ayudas complementarias de Asuntos Sociales, como ocurre en Cataluña. Y es que las subvenciones, tanto para los sueldos como para la creación de puestos de trabajo, son "pocas y pequeñas". "Nosotros ofrecemos precios de mercado y calidad de mercado. Si no hemos crecido más es porque trabajar a base de contratos tiene la ventaja de que no es necesario acumular stocks ni crear canales de comercialización, pero también conlleva la desventaja de depender del cliente", aclara Fontana. De todos modos, los beneficios son sólo un medio para conseguir el fin: la viabilidad de la empresa, que permite la "normalización" de los empleados a través del trabajo. "Es una tarea ingrata, que cuesta dinero y tiempo, pero que es enormemente satisfactoria cuando se ven los resultados", reconoce Fontana, quien coincide con el gerente de Aspromanis, Diego Díaz, en que la salida laboral ideal es aquélla en la que la integración se consigue en una empresa normal. "Es una opción más querida por los chicos", puntualizan. Ahora la fábrica está consolidada, aunque hubo momentos difíciles en los que estuvo a punto de desaparecer. Cuatro años después de nacer, al producirse las transferencias de competencias a la Junta, dejó de existir el Fondo de Acción Social que subvencionaba estos centros especiales de empleo. De centro subsidiado, Aspromanis Industrial pasó a convertirse en empresa competitiva. Fue un camino difícil, pero la firma salió a flote. El Ayuntamiento de Málaga ha reconocido su labor y se ha comprometido a ceder 5.000 metros cuadrados en el Polígono del Guadalhorce para que pueda trasladarse a unas nuevas instalaciones. En la actualidad, el centro comparte ubicación con los talleres ocupacionales de la Asociación Malagueña pro Minusválidos Psíquicos (Aspromanis). Para los responsables de la empresa, el cambio es un paso más en la integración, ya que el polígono es un entorno "puramente industrial". LEONOR GARCÍADirección C/ Ferreteros, 5. Málaga Empleos 19 Facturación 40 millones de pesetas al año Producción Rejas, ventanas, puertas, barandillas y escaleras metálicas Las constructoras más importantes compran las rejas y puertas que fabrican los 19 empleados de la empresa

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