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Sevilla: estadísticamente segura

La policía no se cree las quejas hacia la seguridad en Sevilla. La muerte de un joven de 24 años a causa de una absurda riña por una litrona hace una semana en los Jardines de Murillo de Sevilla ha espoleado las voces que tildan a la capital andaluza como una ciudad cuando menos, poco segura. El jefe superior de la Policía sevillana, Julián Martínez discrepa abiertamente de esta percepción y echa mano de la estadística para mostrar su realidad. Desde que el pasado 1 de julio comenzar a en toda España la descentralización de la prevención y la investigación de los delitos hacia las Comisarías de Distrito la incidencia de los delitos ha disminuido en Sevilla el 6,5%. El jefe superior no duda ni un instante en subrayar que estas no son buenas noticias, son excelentes: "Somos la ciudad que más favorablemente ha avanzado en este aspecto. Estamos en el camino adecuado". Delitos a la baja En la sede de la Jefatura Superior de Sevilla existe bastante satisfacción a este respecto. Su número dos, Enrique Álvarez -zurrido en destinos tan peliagudos como L"Hospitalet- bromea en su despacho mientras, como hace todas las mañanas, teclea en una pequeña calculadora de bolsillo las cifras de los delitos cometidos y resueltos del día anterior. "Es impresionante que haya los fines de semana 30.000 o 40.000 chavales en la calle y las pocas cosas que suceden". La diminuta máquina le dice que el índice ha vuelto a descender (algo menos del 1%, pero muchos pocos suman un mucho en este campo) en comparación con la misma fecha del año anterior. Martínez resalta que el asesinato del joven de hace una semana o el de la turista en el barrio Santa Cruz del pasado verano, despiertan a la opinión pública, pero no son los responsables de la "sensación de inseguridad". Aunque menos llamativos para los medios de comunicación, los sirleros, ladrones de autorradios y otros delincuentes de los considerados de poca estofa son, a su juicio, los que acaban metiendo el miedo en el cuerpo a los ciudadanos. Sobre el debate social de la movida callejera, en la policía nadie abre la boca con carácter oficial (disciplina obliga), pero desde el anonimato existe una práctica unanimidad a la hora de culpar la venta barata y masiva de alcohol a los jóvenes como la principal responsable de los muchos o pocos problemas. La pelota queda entonces en el tejado de aquellos que pueden regular y dictar normas que ataquen a la raíz de los males de las noches juveniles. La alcaldesa de Sevilla, Soledad Becerril, ha elegido un mensaje de cooperación entre las instituciones y de concienzación de jóvenes y familias para encontrar alternativas a la diversión etílica. Sin embargo, y tras apelar desde policías a madres, hasta el momento ha sido incapaz de encontrar una sola medida concreta. Las cifras de la Policía Local también tienden a desdramatizar la situación. En la lista de más de 28.000 intervenciones realizadas en 1998 entre las ocho de la noche hasta la misma hora de la madrugada de los viernes y sábados, tan sólo se han cursado 22 denuncias por beber en la calle, se han levantado 14 actas por llevar drogas encima y una docena por portar armas. En 26 ocasiones, los agentes locales intervinieron por alteraciones del orden público. Si bien la Policía Local es un mero colaborador en cuestiones de seguridad ciudadana, estas cifras parecen mostrar un panorama bastante poco dramático, teniendo en cuenta las riadas de jóvenes que beben y fuman y explotan en risotadas o peleas hasta bien entrada la madrugada en muchas zonas de la ciudad las noches de los fines de semana.Sin embargo, a lo largo de la semana diversos colectivos vecinales han hecho otra lectura de estas cifras y piden contundencia policial y normativa. "Educación y cultura" Becerril y la secretaria de Estado de Asuntos Sociales, Amalia Gómez, se han unido a la hora de asegurar que se trata de un problema de "educación y cultura" de los jóvenes. Sin embargo, también admiten que este es un proceso que lleva tiempo. Las alternativas de diversión para la juventud es un problema que atormenta desde hace tiempo a numerosas ciudades. Por desgracia se desconoce si ha habido algún éxito en un problema enraizado en la propia estructura de las sociedades actuales.La opinión de los protagonistas

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Los consumidores reclaman más control sobre el alcohol
Los vecinos abogan por un debate en torno a la movida

El Instituto Andaluz de la Juventud dio comienzo en la noche del pasado viernes a una campaña de información juvenil sobre la movida. Se repartirán 200.000 panfletos y se colocarán unos 60.000 carteles por las zonas de concentración de los jóvenes en toda Andalucía. La campaña busca darles voz a los verdaderos protagonistas del debate que ha surgido alrededor del consumo masivo de alcohol al aire libre. Las opiniones se pueden enviar a: C/ Castelar 22, 41001 Sevilla. Teléfonos: 954 55 99 12, 954 22 52 04. Correo electrónico: junand@bull.es.

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