Polémica en Cádiz por dos sentencias contradictorias por delito sexual

La Audiencia Provincial de Cádiz ha dictado en los últimos días dos sentencias por sendos delitos sexuales que pueden generar confusión sobre la gravedad de los casos. El último de los procedimientos fue resuelto el viernes por la Sección Cuarta de la Audiencia. Un joven de 25 años, Óscar Maeso Pérez, fue condenado a una pena de 10 fines de semana de arresto domiciliario y a pagar una multa de 100.000 pesetas por una falta de vejaciones, dos de lesiones y una de malos tratos. Ésa es la pena impuesta por la institución judicial gaditana después de que la defensa, el fiscal, y la acusación particular, ejercida por la joven víctima, llegasen a una sentencia de conformidad y no se celebrase finalmente el juicio. Los hechos juzgados se remontan al pasado marzo cuando en la zona nocturna de pubs de la Punta de San Felipe, en Cádiz, el joven condenado asaltó a una chica que acababa de terminar su turno de trabajo como camarera de uno de los locales. La sujetó con fuerza, la manoseó los pechos, le dijo frases soeces, la insultó, a la vez que propinó un puñetazo a una amiga que acompañaba a la denunciante, golpeó y mordió a un vigilante jurado que acudió en defensa de las dos jóvenes y le propinó además una patada en los testículos a un guardia de seguridad que también acudió en auxilio de las agredidas. El fiscal solicitaba en principio dos años de prisión para el agresor por un delito de agresión sexual, aunque debido al acuerdo todo se ha quedado en una falta de vejaciones injustas. Esta sentencia se produce después de que hace una semana la misma Audiencia condenase a un joven jerezano a un año de prisión por tocar a una mujer debajo de la falda sin que fuese armado, mediase agresión, insulto o ensañamiento. El joven condenado explicó además durante el juicio que confundió a la víctima con una amiga a la que quería gastar una broma y que huyó en cuanto la mujer gritó y comprobó su error de identidad. Los dos casos, enjuiciados por el mismo delito de agresión sexual, aunque en situaciones diferentes, han recibido penas sensiblemente contradictorias para los procesados.