Aznar quiere que el nuevo director pacte otro modelo de TVE

El presidente del Gobierno, José María Aznar, está decidido a abrir el diálogo con las demás fuerzas políticas sobre el futuro de RTVE. Esto le ha decidido a nombrar como director del ente a Pío Cabanillas, un hombre de "estricto perfil profesional y con experiencia en el terreno audiovisual", según lo describió ayer el portavoz del Ejecutivo, Josep Piqué, en la conferencia de prensa posterior a la reunión del Gobierno. El hasta ahora director, Fernando López-Amor, se rindió ayer a la evidencia de que ha perdido la partida.

Desde las filas del PSOE, que mantuvieron un enfrentamiento muy duro con López-Amor, se ha acogido el nombre del sucesor no sólo de forma prudente, sino con el recordatorio de que los socialistas desean "un pacto de Estado" sobre la radio y la televisión públicas. Así lo dijo ayer el secretario de comunicación de la ejecutiva socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba. Tanto los socialistas como Izquierda Unida atribuyeron a López-Amor una gestión "ruinosa", "sectaria" o "pésima", según los casos. Todo lo contrario de lo que piensa el todavía director general, que, tras rendirse ayer a la evidencia de que el presidente del Gobierno está decidido a sustituirle, aseguró que se irá "con la cabeza muy alta" y tras haber realizado una estupenda gestión en TVE, que tiene ahora 11 canales, cuando él la encontró "exclusivamente con tres" a su llegada al cargo, hace 21 meses. También dijo que RTVE no tiene problema financiero, pese a que su coste para las arcas públicas es de 490 millones de pesetas diarios. López-Amor, que se había tomado vacaciones toda esta semana en Costa Rica, decidió ayer anticipar su regreso a España. Su sustituto, Pío Cabanillas, de 39 años, abogado y profesional del sector de la televisión, será nombrado director general de RTVE, casi con toda seguridad, en el Consejo de Ministros de la próxima semana.