La falta de una confesión marca la investigación del asesinato en Murillo

Dos fueron los jóvenes, casi niños, que tiraron de navaja el pasado día 7 en los jardines de Murillo de Sevilla. Tan sólo uno es el responsable de la herida mortal en el pecho de Alejandro Domingo Méndez, pero la juez encargada del caso aún no tiene certezas y ayer encerró a dos de los ocho muchachos que prestaron declaración. La defensa quiere aprovechar este agujero y ha pedido que se libere a los dos detenidos al faltar "pruebas directas".

La defensa de los dos chicos, que pasaron la noche del jueves en la prisión Sevilla II, ha buceado en la jurisprudencia del Tribunal Constitucional hasta encontrar el punto en el que se establece que no se puede enviar a nadie a la cárcel sin pruebas directas de la participación en el crimen. Ambos jóvenes, que son amigos íntimos, han mantenido hasta ahora su inocencia en las diversas declaraciones y careos en los que han participado y en los que ninguno ha acusado al otro de empuñar el arma homicida. Las tesis policiales sostienen que al lanzar sus armas al unísono y de manera desordenada contra la víctima (no hay que olvidar que no tenían antecedentes penales previos), ambos jóvenes pensaron en un principio que eran los responsables de la herida mortal y se deshicieron de las mismas de manera diferente. Uno de los familiares de uno de los nueve acusados, entregó una de ellas a la juez . Ayer, en ningún momento admitieron su culpabilidad, lo que llevará a un engorroso examen del cadáver para ver cuál de los hojas de las navajas aprehendidas penetró en el pecho de la víctima. Desde principios de semana los policías tenían más o menos cerrado el círculo alrededor de los presuntos delincuentes, pero el tema de las navajas se convirtió en el más complicado. Al final, tras las pertinentes pesquisas, los agentes encargados de la investigación dedujeron que Isaac, Boston, fue el que empuñó un arma de mango redondo y cerca de diez centímetros de hoja (de las navajas de fabricación francesa que se pueden comprar en muchos bares de carretera y gasolineras) y mató a Alejandro Domingo. Juzgado de Menores La juez Dolores Sánchez García, que ordenó el ingreso de los dos jóvenes en prisión sin fianza en la noche de ayer, también remitió a un Juzgado de menores a un par de los imputados que no alcanzaban la edad penal legal. En cuanto a los chicos remitidos al Juzgado de Menores, pueden ser acusados en ambos casos de cómplices o encubridores y quedaron en libertad bajo la responsabilidad legal de sus padres o tutores, al no haber superado la mayoría de edad penal de 16 años. Los demás deberán presentarse periódicamente ante la Justicia, a pesar de haber quedado en libertad. Asimismo, el próximo martes acudirán al juzgado cuatro de los integrantes de la pandilla de la víctima para ratificar sus testimonios.