Detenidos por torturar a los custodios de un alijo de tabaco
La Guardia Civil ha detenido a dos personas a las que acusa de haber sometido a torturas y malos tratos a los dos vigilantes de un alijo de tabaco ilegal para que dijeran dónde lo habían escondido. La mercancía, unas 21.000 cajetillas de Winston, habían sido decomisadas poco antes por el instituto armado, pero ni los dos torturadores ni su jefe, que contempló los malos tratos tranquilamente sentado en una silla mientras fumaba, se lo creyeron. El decomiso del tabaco fue realizado por el Grupo de Investigación Fiscal y Antidrogas (Gifa) de Sevilla en un cortijo sito en la carretera de Miraflores. El morador de la casa y el guardián del tabaco fueron detenidos, pero fueron puestos en libertad por el juez. Fue entonces cuando llegaron los dueños de las cajetillas y preguntaron por su mercancía. La respuesta fue "lo tiene la Guardia Civil". No les creyeron: les ataron a una silla, les golpearon durante horas con gran violencia y a uno de ellos casi le cortan una oreja. Los dos torturadores están detenidos y su jefe, identificado y cercado.
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