Los jubilados exigen que el Pacto de Toledo no sea un obstáculo para mejorar las pensiones más bajas
Los jubilados andaluces están dispuestos a luchar por las pensiones de los más desfavorecidos. En la clausura del VIII Encuentro Regional celebrado en Sevilla, más de 900 delegados, en representación de 417 asociaciones, pertenecientes a la Federación Andaluza de Mayores (FOAM), abogaron por que las pensiones no contributivas y las de viudedad suban, este año y en los próximos, por encima del IPC. El objetivo es lograr que los 99.899 pensionistas que cobran 37.280 pesetas al mes se acerquen, en lugar de alejarse, a las 60.040 pesetas del salario mínimo interprofesional.
Las cuentas están claras. "El Pacto de Toledo suscrito por todos los partidos políticos para garantizar el poder adquisitivo de las pensiones, es una acuerdo de mínimos; nadie ha dicho que no sea manifiestamente mejorable", señala el presidente de la FOAM, Antonio Sáiz. Una subida lineal del 2,1% (según el IPC previsto) para todos los jubilados, no supondrá nunca el mismo aumento global para todas las pensiones. Por eso, para corregir este desequilibrio, que cada año se agranda más, y aleja a los más pobres (los que reciben una pensión no contributiva y las viudas) del objetivo de acercar las retribuciones que reciben al salario mínimo interprofesional, la FOAM pide que las próximas subidas estén por encima del IPC. "Lo que queremos", puntualiza Manuel Ataide, secretario general de la FOAM, "es que los pobres sean cada día menos pobres". Control de medicamentos En otra de las propuestas aprobadas por la FOAM en su asamblea, los representantes de los 350.000 afiliados con que cuenta, (en Andalucía hay 1.187.00 pensionistas), se comprometieron a ejercer un control más activo sobre el uso de los medicamentos. ¿Cómo? Participando en programas de concienciación, así como en la recogida de los fármacos que no hayan sido utilizados. El año pasado la FOAM recuperó 10.000 kilos de medicinas de las que, la mitad, tuvieron que ser destruir por estar ya caducadas. Los jubilados andaluces están a favor de la receta de genéricos y de que se les entregue la dosis mínima necesaria. "Que puedan devolverse automáticamente aquellos medicamentos no usados, es lo que pedimos ", explica Ataide. El fraude que cada año se repite en la adjudicación de los viajes del Inserso es otro de los temas que más preocupa a los pensionistas andaluces. La FOAM denuncia abusos y tratos de favor. "Sabemos de personas que viajan dos y tres veces cada año, mientras que otras nunca encuentran un billete. Sabemos también que hay agencias de viajes que reservan paquetes de hasta 100 billetes para algunos clientes que luego ellos reparten a su antojo", denuncia Ataide. La propuesta de FOAM es que sean los ayuntamientos los que repartan estas plazas; y que se reserven 80.000 como mínimo para los pueblos pequeños. Asimismo han propuesto que estos viajes se reduzcan de 15 a 8 días para que los que cuentan con menos recursos tenga más posibilidades de ir. El fraude y abuso detectado en la utilización de bonos de bonificación para la ayuda al transporte interurbano, el llamado B-50, ha motivado que la FOAM proponga una limitación en el número de viajes y un control exhaustivo de los mismos. El año pasado, además de los 100 millones previstos para financiar este proyecto, se gastaron 500 más. "Las mujeres están cambiando la vida en las organizaciones de jubilados", comenta Ataide. La "revolución silenciosa"que han emprendido en los clubes y en los hogares del pensionista, -"hasta ahora sólo eran "antros de juego", señala-, los están convirtiendo ellas sólas en activos centros culturales. Cada día son más las mujeres que presiden las juntas directivas de jubilados. María Antonia Ramírez, alcaldesa de Villafraco del Guadalquivir entre 1985 y 1989, sabe muy bien lo que cuesta "mover" a los hombres. "Siempre están muy cansados de trabajar", señala; para añadir a continuación que en el hogar del pensionista de su pueblo son tres mujeres y dos hombres los que forman la junta directiva. "Pero nos llevamos muy bien, y nos respetan mucho. El hombre, cuando se hace viejo, se da cuenta de lo importante que es la mujer para él, como una madre, eh, y se vuelve muy cariñoso", concluye.
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