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Gascoigne marca un gol una vez "desintoxicado"

Isabel Ferrer

Paul Gascoigne ha vuelto a marcar un gol. No es el mejor de su accidentada carrera, pero sí uno de los más significativos. Fue durante el partido disputado por su equipo, el Middlesbrough, contra el Southampton, el sábado en la Liga inglesa. Dio una limpia patada al balón y aguantó los 90 minutos de un encuentro muy reñido, que acabó en empate (3-3) y que sumó un total de ocho tarjetas amarillas para los jugadores de ambos bandos. La prensa británica, que ha seguido su tratamiento por alcoholismo al detalle, apunta ahora con cierta cautela el regreso del antiguo héroe futbolístico.

El jugador acude todavía a la clínica londinense The Priory, donde fue atendido durante dos semanas en octubre (la misma clínica donde fue ingresado el ex dictador chileno Augusto Pinochet). El tratamiento ha entrado en una fase similar a la ambulatoria, y las sesiones se desarrollan ahora en grupo.

La actuación de Gascoigne ha hecho escribir a The Times: "Resulta conmovedor comprobar que el apoyo de su club está surtiendo efecto".

El único problema tal vez sea que el partido no pasará a la historia futbolística de la Primera División (FA Carling Premier Ship) británica. El equipo completo de seguridad presente en el campo acudió a proteger al árbitro, Paul Alcock, cuando éste pitó el final del encuentro. Conocido muy a su pesar por el empujón que le dio el mes pasado el jugador Paolo di Canio en el estadio de Hillsborough, Alcock sacó ocho tarjetas y echó del campo a dos jugadores del Middlesbrough. Insultos, patadas y empujones fueron la causa; y las imágenes del partido analizadas en todos los programas de la televisión nacional acabaron dándole la razón.

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