LA HERENCIA DE THYSSEN-BORNEMISZA

El barón Heinrich von Thyssen-Bornemisza ha demandado a su primogénito, al que nombró en 1983 director general del grupo empresarial que lleva su nombre, en un intento de recuperar su control y evitar que su hijo se quede con la mayor parte de su herencia. El industrial alemán, dueño de la colección privada de arte más importante del mundo después de la que posee Isabel II de Inglaterra, presentó hace un año en las Bermudas una querella contra Georg Heinrich, Heini Jr., de 48 años, y el proceso se verá el próximo marzo en el Tribunal Supremo de esas islas. "De momento, Heini Jr. se ha colocado en una posición que me exige tomar medidas. Si me quedase cruzado de brazos se llevaría demasiado, y esto es algo que quiero corregir", explica el barón en unas declaraciones que publicó ayer el semanario Profil, de Viena. "Quiero que mis hijos sepan que no soy su enemigo, y que lo único que trato de evitar es que a mi muerte estalle una guerra por mi herencia. Cada uno de mis herederos recibirá una parte justa", asegura Thyssen-Bornemisza, de 77 años. El barón quiere que esto se aplique también a su esposa, la española Tita Cervera, y al hijo de ésta, Borja, adoptado por Thyssen-Bornemisza. "Según las leyes suizas, correspondería a mi esposa un 50 por ciento de la herencia, y a mi hijo Borja, un quinto del resto", señala el barón. El industrial, presidente honorífico del grupo Thyssen-Bornemisza, que posee 250 empresas en 26 países y factura cerca de 2.300 millones de dólares (322.000 millones de pesetas), comenta con humor: "Pero que nadie se preocupe: podré seguir pagando la factura de la luz". Según Profil, los hermanastros del primogénito demandado, Francesca, casada con Carlos de Habsburgo; Lorne, y Alexander, se han solidarizado con Heini Jr. en su pelea legal con su padre. Francesca no ha querido, sin embargo, comentar el caso. -