Trenes que nunca arrancan
La política terrestre de Rafael Arias-Salgado en Madrid no ha sido ajena a la polémica. El año pasado, los alcaldes de la sierra norte -la mayoría del PP- se sublevaron al conocer que el ministerio había trazado el tren rápido a Valladolid por mitad del valle del Lozoya. Los regidores organizaron actos de protesta para impedir que se abriese en canal uno de los rincones medioambientales más emblemáticos de la región. Arias-Salgado terminó plegando velas: el tren ya no transcurriría por el Lozoya. El trazado definitivo aún no se conoce, aunque en el ministerio repiten, cada mes, que la solución está próxima. Puede que se abra un gran túnel bajo la sierra del Guadarrama.
El presidente de la Comunidad, Alberto Ruiz-Gallardón, y su homólogo valenciano, Eduardo Zaplana, decidieron tomar la iniciativa para promover un tren de alta velocidad entre las dos regiones. El equipo del ministro Arias-Salgado se limitó a confirmar que pueden financiar con 200.000 millones (la mitad de su coste) esa obra.
7.000 millones
Algo parecido ha ocurrido con el prometido enterramiento de las vías del tren a su paso por Getafe. Este proyecto fue aprobado y firmado en 1995 por el ministro José Borrell, cuyo departamento se comprometió a financiar junto a la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento de Getafe los 7.000 millones de pesetas que costaba la obra.Arias-Salgado cambió de idea, negó dinero al soterramiento de las vías y se ganó la enemistad de Getafe, uno de los municipios mimados por el presidente regional, Alberto Ruiz-Gallardón.
También anda lento el Ministerio de Fomento con sus proyectos emblemáticos: el anunciado tren que enlazaría la estación de Chamartín con el aeropuerto de Barajas aún no ha pasado de ser un mero plano. Mientras tanto, la Comunidad inaugurará a mediados del año que viene su estación del subterráneo en Barajas. Fomento sigue buscando una manera de financiar sus planes ferroviarios para el aeropuerto.
El ansiado tren para Alcobendas y San Sebastián de los Reyes sigue retrasado. Estaba previsto que llegase a estas ciudades antes del año 2000, pero una petición de Alcobendas demorará el proyecto unos meses más.
El ministro Arias-Salgado tampoco encuentra el dinero necesario para cerrar la M-50 por el noroeste.
En junio pasado, el Gobierno de la Comunidad de Madrid le sacó las castañas del fuego y tuvo que asumir un adelanto presupuestario de 24.913 millones de pesetas para construir los 25 kilómetros del nuevo cinturón que deberá enlazar la N-I y la N-II.
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