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Cansancio

Si hay que analizar la situación de los mercados de valores por su comportamiento en esta última sesión habría que aceptar que los inversores están tranquilos, pero no contentos. Los movimientos en torno a las acciones del Grupo Endesa, iniciados incluso antes de que se anunciara la suspensión de la cotización el pasado miércoles, han marcado la diferencia de la bolsa española con el resto de los mercados europeos, mientras que el avance del crecimiento del PIB para el tercer trimestre, efectuado por el Banco de España, no llegó a tiempo de ponderar.

El banco emisor anunció que el PIB crecerá en el tercer trimestre en torno al 3,7% o 3,8%, frente al 3,9% de los seis primeros meses. Este dato confirma las reticencias del gobernador del Banco de España a admitir la revisión al alza del PIB efectuada recientemente por el ministro de Economía e induce a pensar que, al final, la crisis financiera y económica internacional va a tener algunas repercusiones directas sobre el crecimiento económico español.

La inminencia del cierre semanal impidió que estos datos se tuvieran en cuenta, sobre todo porque no resultaban favorables para los intereses del mercado, siempre alcistas. La contratación fue más que aceptable, con un in cremento notable en los valores del Grupo Endesa, y se alcanzaron los 161.197 millones de pesetas. El índice general conseguía así mantenerse sobre el nivel de los 800 puntos, aunque el fondo del mercado continúa siendo relativamente débil.

En el exterior, la situación fue más neutra, con pequeños avances y retrocesos en la mayoría de los mercados europeos y una subida de Wall Street de 59,99 puntos para cerrar en 8.975,46 puntos.

La bajada de los tipos de interés por parte del Banco de Irlanda, de más de un punto, fue recibida como el complemento lógico a las decisiones que habían tomado otros bancos centrales europeos a lo largo de la semana, con lo que también pasó inadvertida, y es que los inversores no estaban demasiado receptivos.

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