Los colegios médicos vascos no cobran sobretasas en sus certificados, a diferencia de sus colegas

Los tres colegios oficiales de médicos del País Vasco mantienen el precio de sus certificados en el coste de su emisión, sin ninguna sobretasa añadida, a diferencia de lo que sucede en muchos colegios del resto de España, que gravan en los impresos diversos conceptos (ver EL PAÍS de anteayer). Comprar un certificado médico en Vizcaya, Álava o Guipúzcoa cuesta 348 pesetas, lo que marca el Consejo General de Colegios Médicos. Por el mismo certificado hay que pagar, por ejemplo, 2.000 pesetas en Cantabria; 1.548, en Burgos; 600, en La Rioja, y 1.048 en Navarra.

Los certificados médicos se pueden adquirir en los estancos (que están autorizados por los colegios médicos) y sirven como documento legal sobre el estado de salud de una persona, que previamente ha sido reconocida por un facultativo. A menudo, las escuelas, universidades, ayuntamientos o empresas reclaman estos impresos para cerciorarse de que la salud de una persona que quiere ingresar en estas instituciones es buena. También se expiden para verificar que alguien padece cierta enfermedad que le impide desempeñar un cometido concreto y son obligatorios para conseguir el permiso de conducir o una licencia de armas. Siempre se usan por exigencia de la entidad que los reclama. Según tres sentencias del Tribunal Supremo y un dictamen del Consejo de Estado, los colegios médicos provinciales cobran por el impreso unos precios excesivos que no se sustentan en ninguna base legal. Las sentencias subrayan que el impreso sólo debe reflejar el coste de edición y distribución, unas 200 pesetas. Pero muchos colegios provinciales cargan en ellos los "honorarios profesionales por certificación" y los fondos sociales que tienen estos órganos de compensación de viudas y huérfanos. Dudas de legalidad El secretario del Colegio de Médicos de Álava, Rafael Resines, explicó que entre los facultativos alaveses nunca se ha planteado cargar el certificado con costes diferentes al que supone su emisión. "Siempre hemos tenido la duda de que pudiera ser legal, así que hemos preferido dejar el precio del impreso en las 348 pesetas que marca el Consejo General de Médicos de España". De esta forma, los médicos han renunciado al aspecto de negocio que supone la expedición de certificados, ya que en colegios como el de Zaragoza, que cobra 1.900 pesetas por cada certificado, los facultativos se llevan 900. El Colegio de Médicos de Guipúzcoa también optó en su día por renunciar a cobrar de más en el impreso. "En su momento nos planteamos imitar a otros colegios, pero después de reflexionar dijimos que no", reconoció su secretario, Fidel Egaña. Según Egaña, "lo mejor es seguir como hasta ahora: cobrando sólo el coste de emisión del impreso. Después cada médico cobra en función de sus honorarios". La Ley de Colegios Profesionales del País Vasco no determina nada sobre lo que deben costar este tipo de certificados. Los colegios tienen total autonomía para imponer sus tarifas. Sin embargo, cuando un ciudadano entienda que se ha cometido un abuso puede recurrir a la tutela judicial. En ese caso, la sentencia del juez sentará jurisprudencia. A pesar de que el Ministerio de Sanidad ha advertido en el último año y medio a los colegios de otras autonomías sobre el cobro abusivo de certificados, la situación no ha cambiado. En el caso vasco, el Departamento de Sanidad no ha emitido circulares a los tres colegios al no cobrar sobretasas.