40 familias de Paterna desalojadas por la aluminosis exigen la ayuda pendiente
La madre de Marisa Hernando y otra media docena de personas mayores se murieron esperando las ayudas de la Consejería de Obras Públicas para reconstruir su finca de Paterna, derribada por la aluminosis. Durante seis años, cada vez que entregaban un papel la consejería les pedía otro. Así una vez tras otra. Llegaron a solicitarles el original del DNI para cotejarlo con las fotocopias. Hastiadas de estos trámites interminables las 40 familias desalojadas de este edificio, en la calle de la Circunvalación, se concentraron ayer ante la consejería. Les acompañaban el alcalde socialista, Francisco Borruey, y los portavoces municipales de Esquerra Unida, Domingo Rozalén, y Unión Valenciana, Antonio Benet. "Tal vez están esperando a que nos muramos todos, porque la mayoría tenemos una edad avanzada", ironizó uno de los afectados, que protestaron con pitos y pancartas. Los vecinos se quejaron de que sus ingresos son tan bajos que tienen problemas para pagar los alquileres de los pisos en los que han sido realojados. Su abogado, Enrique Lozano, precisó que la consejería concedió las ayudas para reconstruir la finca (unos 100 de los 200 millones), pero "ha guardado el expediente durante años en un cajón". El director general de la Vivienda, José María García Zarco, recibió a un grupo de ediles y vecinos, y se comprometió a desbloquear la concesión de ayudas en ocho días. El alcalde le advirtió que hay otras 450 familias de Paterna afectadas por la aluminosis, en el barrio de L"Alborgí y el Pasaje Marroca, y que no tolerará "que pasen por el mismo calvario".
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