La música de cámara reivindica en Bilbao su protagonismo en este siglo

La Fundación BBK, continuando con su labor de mecenazgo, puso ayer en marcha la décimooctava edición del Festival de Música del Siglo XX, un encuentro con la música de cámara que se extenderá hasta el próximo día 24. Hasta esa fecha, manteniéndose el certamen fiel a su tradicional cita con el mes de noviembre, el Museo de Bellas Artes de Bilbao acogerá, todos los lunes y martes, una serie de conciertos y seminarios que pretenden completar una visión global de la música culta elaborada a lo largo de la centuria que agoniza.

"Es cierto que se mantiene un esquema, pero es un festival que se ha ido remodelando él mismo hasta consolidarse como un festival síntesis, esquema de todo lo que está produciendo el siglo XX musicalmente", explica el clarinetista Jesús Villa Rojo, uno de los impulsores de la muestra, aludiendo a su espíritu y evolución. Para cumplir el objetivo de compendio, en la presente edición se ha programado la revisión de 50 obras de 34 compositores, seis de ellos vascos. Entre dichas creaciones, conviviendo con otras sobradamente conocidas, se encuentran cinco estrenos mundiales. Pero, novedades al margen, en la programación también destaca un insólito recital del trombonista Giancarlo Schiaffini quien, el día 17, expondrá en escena lo que Villa Rojo califica como "una de las últimas experiencias en interrelación entre música y tecnología". Todos los conciertos comenzarán a las 19.30, mientras que los seminarios se celebrarán, exclusivamente los martes, a partir de las 17.00 y con los siguientes temas: La música contemporánea en los grandes festivales, El nacimiento de la vanguardia, un coloquio entre Joseba Torre y Carlos Villasol y Temas y formas. Según Villa Rojo, estas "sesiones teóricas" tienen su razón de ser en el hecho de que "en la música contemporánea hay cosas de su técnica y de su estética que no son lo suficientemente conocidas". Paralelamente a la celebración del certamen, la Fundación BBK continúa editando títulos dentro de su colección Música del siglo XX. El protagonista escogido con motivo de la sexta entrega es Félix Ibarrondo, uno de los compositores vascos más reputados y solicitados a nivel internacional. Suyas son las seis piezas de un disco grabado entre Madrid y París, ciudad en la que reside el autor de Oñati desde el año 1970. El compacto se abre con Trío de cuerda nº3, donde violín, viola y violonchelo logran una atmósfera densa, casi barroca, que no desentonaría en una desquiciada película de terror. Así es la producción de Ibarrondo: profunda y vehemente. Luego, cinco antiguas composiciones redondean esta visión de su obra dirigida y producida por el propio Jesús Villa Rojo, quien no duda a la hora de resaltar la exigencia extrema como característica de un maestro reconocido por el rigor y la solidez de la escritura. "El arte es algo esencial en la persona, no un lujo", asegura Félix Ibarrondo a la vez que subraya el mérito de la entidad financinera patrocinadora y de sus iniciativas en un tiempo en el que "la conjunción entre el dinero y el espíritu suele ser difícil".