El PSOE tilda de irresponsabilidad abrir la tercera pista sin insonorizar las viviendas

El secretario regional del PSOE, Jaime Lissavetzky, descalificó ayer todo el proceso seguido por el Ministerio de Fomento para poner en marcha la tercera pista de Barajas el próximo jueves. Lissavetzky considera una "irresponsabilidad" abrir al tráfico la nueva pista sin haber insonorizado las viviendas afectadas ni contar con el acuerdo de los ayuntamientos afectados por las obras de ampliación. Lissavetzky pidió ayer que se inicien los estudios para abrir un nuevo aeropuerto "con el fin de que Madrid sea la verdadera puerta de Europa para Iberoamérica".

Barajas, según el modelo defendido por los socialistas, se quedaría exclusivamente para los vuelos nacionales. Lissavetzky criticó ayer al Ministerio de Fomento por inaugurar la tercera pista del aeropuerto de Barajas el próximo jueves sin contar con el acuerdo de los municipios afectados por su impacto y sin haber desarrollado el Plan de Aislamiento Acústico (estudio que detalla las zonas afectadas por el incremento del ruido y que determina las viviendas que deben ser insonorizadas).Lissaveztky, que estuvo acompañado por representantes socialistas de los municipios afectados por el ruido de Barajas, comentó: "Estamos de acuerdo con que Barajas cuente con una tercera pista, pero su funcionamiento no debe perjudicar a los ciudadanos que viven a su alrededor". A su juicio, se va a poner en marcha la nueva pista sin haber cumplido la Declaración de Impacto Ambiental (aprobada en 1996), donde se exige la puesta en marcha de un Plan de Aislamiento Acústico para las viviendas afectadas por el ruido de las aeronaves. "El plan de aislamiento que plantea AENA sólo incluye unas 3.000 viviendas, mientras que creemos que en realidad se ven afectadas más de 15.000", calculó.

Sin terminal propia

El secretario general de los socialistas madrileños destacó también que esta nueva infraestructura comenzará a funcionar sin contar con una terminal propia para sus usuarios. Por ello, los viajeros tendrán que tomar los aviones en las antiguas terminales y recorrer así los cinco kilómetros que las separan de la nueva pista. En esta operación los aviones emplearán unos 14 minutos extras.Lisssavetzky reiteró la necesidad de que Madrid cuente con un segundo aeropuerto que sea compatible con el de Barajas, que, a su juicio, no debe ser ampliado de nuevo. "Se espera que Madrid tenga 27 millones de pasajeros en el año 2000 y que se duplique esa cantidad en el año 2030. Para ello no valen las soluciones coyunturales, sino que hay que apostar por un nuevo aeropuerto", dijo.

El dirigente socialista recordó que existe una reserva de suelo en Campo Real, a 25 kilómetros de Madrid, donde puede construirse un segundo aeródromo que sirva para los vuelos transoceánicos, "con el fin de que Madrid sea la verdadera puerta de Europa para Iberoamérica".

Juan Granados, portavoz socialista en el municipio de Coslada y candidato a la alcaldía, afirmó que el Plan Acústico no se ajusta a la realidad, "ya que ha sido realizado con datos que no son fiables". Granados criticó también las prisas de Fomento para aprobar el Plan de Emergencia del Aeropuerto, otro de los requisitos exigidos para la puesta en marcha de la tercera pista. Este plan fue aprobado el pasado viernes por la Comisión de Protección Civil, por 16 votos a favor y uno en contra, el del Ayuntamiento de Coslada. "Nos entregaron el documento y querían que lo aprobáramos sin darnos tiempo para estudiarlo técnicamente. Es un plan lleno de lagunas, por lo que en Coslada lo hemos rechazado. Es un plan bajo mínimos, que muestra que no les preocupa la seguridad y la salud de los ciudadanos", agregó. Ante esta situación, Granados hizo un llamamiento a los vecinos de su municipio para que acudan el próximo 5 de noviembre al aeropuerto para tratar de impedir que se inaugure la tercera pista: "Nos estamos jugando nuestra salud, y con la salud no se juega".

Mientras tanto, el aeropuerto madrileño recuperó ayer la normalidad tras un fin de semana de retrasos en la mitad de los vuelos a causa de las pruebas para el funcionamiento de la tercera pista.

Barajas registró ayer un índice de puntualidad del 72 %; la demora media no superó el cuarto de hora. El 79% de los vuelos de Iberia partió a su hora; el resto de compañías firmó una puntualidad del 70%.