Argentina vive una jornada liguera llena de suspicacias

La rivalidad que sostienen históricamente en Argentina el Boca Juniors y el River Plate vivió este fin de semana un episodio ciertamente singular. El River visitaba la cancha del Gimnasia y Esgrima, el único equipo que aspira a quitarle a Boca el título del torneo Apertura. Un cartel para las suspicacias que, además, no tardaron en confirmarse.

Gimnasia ganó por 3-2 y la afición del River que acudió a la cita lo celebró ruidosamente. El River llegó a adelantarse por dos veces (0-1 y 1-2), pero acabó perdiendo tras un grave error de su portero, Bonano, que aprovechó Messera. El River, penúltimo en la tabla de clasificación, jugó un gran encuentro pese a que alineó un equipo de reservas -lo que ya despertó sospechas- y desaprovechó innumerables situaciones de gol.

Los hinchas del River celebraron cada gol del Gimnasia como si fuera propio y pidieron a sus jugadores durante todo el partido que se dejaran perder. Con todo, toda la alegría de la afición del River quedó aguada tras la victoria del Boca Juniors frente al Estudiantes (3-0), equipo también de La Plata, como su viejo rival el Gimnasia y Esgrima. En el minuto 10, marcó Martín Palermo, ex jugador del Estudiantes, y el Boca redondeó la goleada con tantos de Diego Cagna y Fernando Navas, a los 34 y 89 minutos, respectivamente.

La victoria le permitió al Boca conservar los cuatro puntos de diferencia sobre el Gimnasia y Esgrima, segundo clasificado, y tranquilizó a su técnico, Bianchi, que ya denunció la pasada semana las cosas raras que estaba viendo en el campeonato contra su equipo -que los rivales de Gimnasia siempre jugaran con los suplentes-.

Boca Juniors es el único invicto del campeonato, suma 33 goles en los 13 partidos disputados. Quedan seis jornadas para que concluya el torneo Apertura. Y Boca Juniors, ante las concesiones que aparentemente recibe Gimnasia y Esgrima, no acaba de fiarse de su liderato.