Almunia renueva a Aznar su respaldo frente a los nacionalistas

Los socialistas se sienten sorprendidos por la rapidez con la que el PP ha zanjado su papel en el panorama político vasco tras la primera reunión entre el futuro lehendakari, el peneuvista Juan José Ibarretxe, y el presidente del PP de Euskadi, Carlos Iturgaiz. "El PP debe asumir su responsabilidad y estar a la altura de las circunstancias ya que es la segunda fuerza política", reclamó ayer el secretario general de los socialistas vascos, Nicolás Redondo Terreros. Los socialistas intuyen que el PP va a actuar "en clave electoral", erigiéndose en máximo defensor de la vía constitucional, manteniéndose al margen de la gobernación de Euskadi y, por tanto, sin sufrir deterioro político hasta las elecciones municipales de junio. Al secretario general del PSOE, Joaquín Almunia, le pareció conveniente que después de que el PNV no apoyara al Gobierno en la votación de los Presupuestos el Ejecutivo supiera que la oferta de José Borrell del 3 de octubre sigue vigente. "Si el Gobierno, por falta de apoyo de sus socios, se cree en la necesidad de ceder ante demandas que afectan a la estructura del Estado sabe que puede dirigirse a nosotros para que le ayudemos", dijo Almunia.Casi todo son movimientos tácticos en estos momentos de conversaciones tras las elecciones vascas. Redondo Terreros se reunió ayer en Madrid con Almunia para "intercambiar" impresiones antes de la reunión que hoy mantendrá con Ibarretxe.

"Le voy a preguntar al representante de la primera fuerza política su opinión sobre el papel de los partidos en el proceso de paz que se ha abierto", dijo Redondo Terreros, que criticó al PP por dar casi por sentada la ruptura con los peneuvistas.

Decisión de antemano

Esta decisión del PP le parece al PSOE demasiado rápida, como si hubiera sido tomada de antemano. "Un gobierno vasco formado por Ibarretxe y Garaikoetxea no me parece la mejor solución y menos si está apoyado por Otegi y Josu Ternera", había dicho antes Almunia a Antena 3.Añadió que coincide con la tesis expuesta el día anterior por José Borrell y otros miembros de la ejecutiva socialista favorables a formar un Gobierno de concentración. Ramón Jáuregui declaró a Radio España que esa idea era muy estimable pero que dudaba de que el PNV aceptara tal fórmula. Redondo Terreros, consciente de que el PSE es ahora la cuarta fuerza política de Euskadi, no expresó en público ninguna preferencia: "No nos corresponde a nosotros decidir dónde vamos a estar", señaló. Algunos de sus compañeros de la ejecutiva del PSE-EE, como Rosa Díez y el dirigente guipuzcoano Jesús Eguiguren, pidieron a la ejecutiva federal que callara y les dejara decidir a ellos.