Autovía de Valencia y otros desafueros
Dentro de unas semanas se inaugurará la autovía Madrid-Valencia. No faltarán el reparto de "medallas" y las críticas de rigor al Gobierno socialista por el asunto de las Hoces del Cabriel. Pero dudo de que se recuerde a los trabajadores muertos en esas obras de Contreras, víctimas de la falta de seguridad y de las prisas por cumplir un reto absurdo... Y nadie hablará de las hectáreas de monte arrasadas con el nuevo trazado, ni del paisaje herido ya de muerte (dos carreteras generales, una presa y una autovía sobre seis altísimos puentes, en poco más de cien metros de río) ni de los despojos de peces en el embalse. La lucha ecologista tuvo una inquietante fecha de caducidad: la de la foto de Arias Salgado con Bono.Tampoco se dirá que el carísimo trazado actual, alternativa para salvar unas madrigueras y unos nidos del río Cabriel, ha destruido también el primer tramo del viejo puerto de Contreras, de Lucio del Valle, obra maestra de la ingeniería del siglo XIX; el resto del puerto sigue cayéndose a trozos, ante la satisfecha mirada "conservacionista" de los triunfadores de esta absurda e hipócrita batalla.
Un último desafuero de este país. Nos ha costado muchísimo dinero salvar esas guaridas animales del río Cabriel. En estos días, a nosotros, los "seres humanos", vuelven a cambiarnos la hora -y el biorritmo- con la excusa de un ahorro energético que no explican nunca. Y lo hacen dos veces al año. Aunque el ahorro fuera cierto, ¿no vale nuestro reloj biológico -sobre todo el de niños y personas mayores- más que toda esa factura que esgrimen? ¿O es que somos menos respetables, importantes y sensibles que las rapaces del Cabriel? No se me malinterprete. Mi postura no es "Menos ecología y más humanidad", sino "Nosotros, como las rapaces... por lo menos" (con perdón).-
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