Depresión cada vez más temprana

"La anorexia y la bulimia ocupan hoy tres cuartas partes de nuestro trabajo con adolescentes, pero esto es un fenómeno cambiante. La incidencia de los trastornos de alimentación ha crecido mucho en los últimos 20 años y sigue aumentando; sin embargo, se cree que en los próximos años se estabilizará". Quién así se expresa es Gonzalo Morandé, jefe de la sección de Psiquiatría del adolescente del hospital madrileño del Niño Jesús, por donde han pasado 1.100 pacientes de anorexia y bulimia desde 1992.Morandé distingue los cuidados que presta a enfermos crónicos que requieren apoyo psicológico de la atención a pacientes propiamente de psiquiatría. En este grupo, además de trastornos obsesivos, inicios de esquizofrenia y, en menor cantidad, aunque su incidencia va en aumento, problemas con el abuso de alcohol.

Muchos de los problemas que afectan a la salud mental de los jóvenes se deben, según el especialista, a factores sociales. Admite que no está demostrada una correlación directa entre cambios sociales y aparición de patologías; pero sí ha constatado, de diez años a esta parte, un adelanto en la edad de aparición de depresiones, crisis de angustia o insatisfacción. El retraso en la edad de independizarse y la disminución en el número de hermanos, por ejemplo, aumentan la protección sobre el joven e impiden que desarrolle sus propios recursos de defensa, lo que le hace vulnerable. Otro ejemplo que aporta Morandé es la modificación en los hábitos de consumo: "Los adolescentes manejan cada vez más dinero y disponen de gran cantidad de productos específicos para ellos, consumen más. La paga se gasta también en alcohol, y a más paga mayor graduación. Además, hay poco trabajo y el uso de dinero no se asocia al esfuerzo, sino a la familia".