Pujol reclama una Generalitat "no amputada", como la de la II República

El presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, apeló ayer a los servicios prestados a la democracia y a la estabilidad y el progreso del Estado para reivindicar para Cataluña los mismos poderes políticos y económicos que la institución autonómica catalana tuvo en sus inicios históricos. "Merecemos una Generalitat completa y no una Generalitat amputada", afirmó. Pujol aseguró que en los años venideros debe conseguirse llegar al nivel de competencias de la antigua Generalitat republicana.

El líder nacionalista realizó estas manifestaciones en Sant Feliu de Guíxols (Girona), en la inauguración de la escultura que conmemora el 40 aniversario de la muerte de Josep Irla, que ocupó la presidencia de la Generalitat en el exilio."Ha llegado la hora, después de muchos años de consolidación de lo que tenemos y después de unos grandes servicios prestados a la democracia y a la estabilidad y el progreso de todo el Estado, de que nosotros reclamemos que la Generalitat no sea únicamente una parte, y aún no lo bastante importante, de lo que había sido, sino que la Generalitat sea plenamente lo que había sido", aseguró.

Pujol expresó su convencimiento de que desde el punto de vista del poder político y administrativo "no se ha llegado todavía a la consecución de aquella Generalitat que Fernando de los Ríos y la República prometieron a Francesc Macià".

El presidente explicó que las demandas de incremento del poder político y económico de Cataluña deberán realizarse en los años venideros siguiendo una línea "pacífica, dialogante, convivencial y positiva". Añadió que Cataluña no debe limitarse a hacer homenajes a Irla y Tarradellas o a conmemorar el fusilamiento de Lluís Companys, sino que debía reclamar el restablecimiento de aquello por lo que lucharon todos ellos.

El discurso de Pujol fue seguido por una nutrida representación de los partidos políticos, entre la que se contaba el candidato socialista a la presidencia de la Generalitat, Pasqual Maragall. En radical oposición a Pujol, Maragall reiteró ante los medios de comunicación su idea de que no es momento de que Cataluña eleve el tono de sus reivindicaciones.

Maragall aseguró que la tregua de ETA ha levantado un decorado esperanzador en el País Vasco, con la perspectiva de una paz duradera, y que si el barco de las reivindicaciones vascas debe cargar también con las catalanas puede acabar por hundirse.

Todos los partidos catalanes en la oposición, con el candidato socialista a la cabeza, critican que Pujol haya sobrecargado últimamente su discurso nacionalista con fines electoralistas ante las expectativas generadas por la tregua en el País Vasco, la inminencia de las elecciones catalanas y el agotamiento del calendario de posibles transferencias a la Generalitat.

El presidente Pujol intentó ayer descontextualizar su renovado impulso reivindicativo de este entorno político: "Debemos plantearlas [las reivindicaciones], no en virtud de ningún oportunismo o de ninguna coyuntura externa, sino de la realidad de Cataluña, porque queremos una Generalitat completa, no amputada, con unos derechos colectivos que reviertan en los derechos individuales de los catalanes", dijo.

Irla asumió la presidencia de la Generalitat en el exilio tras el fusilamiento de Lluís Companys. Presidió el Parlament entre 1940 y 1954. El actual presidente del Parlamento de Cataluña, Joan Raventós, resaltó el coraje del mandatario catalán, que aceptó el cargo de presidente del Parlamento de Cataluña en 1938, cuando la victoria del franquismo ya era previsible.