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FÚTBOL PRIMERA DIVISIÓN

El Mallorca humilla al Atlético

Los isleños, líderes tras golear a un equipo que dio una penosa impresión

El Atlético de Madrid cayó con estrépito en el Lluís Sitjar. Lo hizo de forma penosa, con graves errores de todo orden, tácticos, de concepción del juego, por zonas e individuales. Fue una tarde horrorosa para los hombres de Sacchi, que siguen sin encontrar la brújula en su salida. Todo lo contrario que un Mallorca en horas felices. El ego y la autoestima mallorquinista están por las nubes y la visita del Atlético no hizo más que agrandar los méritos del denominado sistema Cúper. El Mallorca sigue ahí, en lo alto de la clasificación, invictos en la Liga y en la Recopa.Paunovic, cedido por el equipo rojiblanco, rompió, con su gol, la dinámica de un partido que se estaba jugando más en la pizarra que en el campo. El excesivo respeto profesado por los dos equipos atentó contra el talento individual y la improvisación en el primer cuarto de hora.

MALLORCA 4

ATLÉTICO 0Real Mallorca: Roa; Olaizola, Marcelino, Siviero, Miguel Soler; Lauren, Engonga, Paunovic (Francisco Soler, m.65), Stankovic (Carreras, m. 83); Biagini (Chupa López, m. 60) y Dani. Atlético de Madrid: Molina; Chamot, Panti, Torrisi, Serena; Roberto, Valerón (Mena, m. 62), Jugovic, Lardín (Njegus, m. 33); José Mari (Correa, m. 46) y Kiko. Goles: 1-0. M. 18. Paunovic levanta el balón por encima de Molina. 2-0. M. 48. Lauren remata desde fuera del área y el balón pasa por debajo del cuerpo de Molina. 3-0. M. 51. Stankovic, de penalti. 4-0. M. 80. Soler, de saque de falta directa, clava el balón en el ángulo derecho de la portería de Molina. Árbitro: Ansuategui Roca. Amonestó a Lauren, Chupa López, Héctor Cúper, Santi, Njegus y Roberto. 14.200 espectadores en el Lluís Sitjar

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Mallorca y Atlético de Madrid, muy acartonados, se limitaron a seguir al pie de la letra las instrucciones impartidas por los dos técnicos, Cúper y Sacchi.

Paunovic rescató el encuentro de la monotonía con una jugada genial y lo situó en una dinámica más acorde con los argumentos futbolísticos de dos equipos incrustados en lo alto de la clasificación. Stankovic tomó el mando de la banda izquierda, y Lauren se hizo fuerte en el otro extremo. La velocidad de Biagini y la lucha de Dani empezaron a hacer daño en la saga rojiblanca, que asistía, impotente, al vendaval ofensivo mallorquinista.

En el Atlético, todas eran penurias. Kiko, desconectado del medio campo y éste a merced de Engonga y Paunovic, los rojiblancos atravesaron por sus peores instantes. Valerón, que tantas tardes de alegría brindó a la afición local, parecía un espectro del jugador que conocía la afición local. Arrigo Sacchi intentó remediar el desaguisado. Lo hizo sustituyendo a Lardín por Njegus. El Atlético de Madrid cambió la cara, no mucho pero lo suficiente para volver a creer en sus posibilidades. El propio Njegus estuvo a punto de empatar en el primer balón que tocó en la única llegada clara de los visitantes en toda la primera mitad.

La defensa del Atlético de Madrid enloqueció en la reanudación y terminó de entregar el partido con dos errores clamorosos del guardameta Molina y de Santi. Al meta se le coló por debajo del cuerpo un disparo lejano de Lauren y el defensa cometió un penalti absurdo que no desperdició Stankovic.

En un santiamén, el conjunto rojiblanco arrojó por la borda todas sus esperanzas de reconducir la situación en la segunda parte, y colocó a su técnico Arrigo Sacchi al borde del ataque de nervios.

A partir de ese momento, se gestó un partido realmente patético para los rojiblancos. La pérdida de papeles en el campo fue general, a pesar de los cambios ordenados por Sacchi.

Kiko, en el minuto 85, dio la primera señal de vida el estrellar un balón en el palo izquierdo de Roa. El Mallorca jugó para la galería y Francisco Soler clavó el cuarto gol con un disparo soberbio. El Atlético de Madrid terminó hundido, con la cabeza gacha, y totalmente entregado a su rival.

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