Zaplana y Pujol acuerdan celebrar una cumbre de gobiernos autonómicos en enero

Los gobiernos autonómicos de Cataluña y la Comunidad Valenciana celebrarán a primeros de 1999 una cumbre bilateral para tratar de diseñar políticas comunes en materia de grandes infraestructuras. Así lo acordaron ayer los presidentes de ambas comunidades, Jordi Pujol y Eduardo Zaplana, respectivamente, en un encuentro privado que mantuvieron en Roma, donde ambos participan en un encuentro de políticos europeos sobre la familia organizado por el Vaticano. Zaplana aprovechó la entrevista para tranquilizar a Pujol sobre la composición de la Acadèmica Valenciana de la Llengua, la entidad de reciente creación que debe definir la normativa del valenciano.

La cumbre que reunirá a los gobiernos catalán y valenciano, que se celebrará probablemente en la ciudad de Alicante, se centrará en asuntos de interés común para ambas comunidades, como la potenciación y el desarrollo del arco mediterráneo español, la posibilidad de trasvasar agua del Ebro a la Comunidad Valenciana y la planificación conjunta de determinados equipamientos sanitarios y de otras infraestructuras de interés común. El presidente valenciano destacó que la entrevista con su colega catalán es fruto de unas relaciones "normalizadas desde tiempo" entre ambas Comunidades autónomas. Según las declaraciones de Zaplana, ambos presidentes abordaron los intereses comunes de catalanes y valencianos ante la Unión Europea e incluso hacia los Presupuestos Generales del Estado. También citó otros asuntos en los que catalanes y valencianos "vamos de la mano", dijo, como los problemas para financiar las infraestructuras que exige la aplicación de la LOGSE y los problemas conjuntos en materia de financiación de la Sanidad. "Siempre es bueno departir con una persona como el presidente de la Generalitat de Cataluña, porque tenemos intereses comunes en muchísimos temas, por nuestra configuración y ubicación en España", aseguró Zaplana. Zaplana y Pujol dedicaron especial atención al tema del posible trasvase del Ebro. En este asunto, quedaron emplazados para intentar que sus respectivos gobiernos puedan trabajar sobre una propuesta común que presentar al Ministerio de Medio Ambiente y que permita superar las reticencias generadas por algunas desafortunadas acciones de la responsable de Agricultura de la Generalitat valenciana, Maria Àngels Ramón-Llin, de Unión Valenciana, que llegó a editar un folleto sobre las bondades del trasvase, la facilidad de su ejecución y su coste estimado sin tener en cuenta la posición al respecto del Consell catalán ni de la Confederación Hidrográfica del Ebro. Fuentes conocedoras del desarrollo de la entrevista (que tuvo lugar en la embajada española ante la Santa Sede al término de un almuerzo al que asistieron muchos otros invitados, entre ellos el ex presidente colombiano Belisario Betancour) confirmaron que ambos políticos abordaron la cuestión lingüística y departieron sobre el proceso de elección de los primeros miembros de la recién aprobada Acadèmia Valenciana de la Llengua, entidad que tiene encomendada la definición de una normativa del valenciano. Pujol expresó a Zaplana su deseo de que dicha academia respete la unidad de la lengua catalana. Zaplana acusó recibo y respondió con un mensaje tranquilizador, aunque recordó al presidente catalán que la formación de la entidad es un asunto de la competencia de la Comunidad Valenciana.