Por un hijo, todo

El veterano sindicalista Nicolás Redondo Urbieta demostró ayer que para un padre no hay muros que impidan ayudar a un hijo. Después de una década de actitud distante con el PSOE, el ex secretario general de UGT participó en un acto público con Nicolás Redondo Terreros, su hijo, candidato a la presidencia del Gobierno vasco. Junto a ellos estuvo el candidato socialista a la presidencia del Gobierno, José Borrell. Eso sí, el marco del encuentro fue especialmente elegido para que Nicolás Redondo, padre, no se sintiera violento. Nada de hoteles, ni siquiera casas del pueblo. La aparición pública de Redondo Urbieta en una campaña socialista fue en la fábrica de Sestao de Babcock Wilcox, que como toda la Margen Izquierda del Nervión sufre el azote de la reconversión. "Esto parece ya un cementerio", dijo el ex dirigente de UGT ante la impactante visión de esqueletos de hierro que alguna vez fueron fábricas y que ahora sólo son representación de la arqueología industrial vizcaína.

Pero se trataba de que Nicolás Redondo hablara del porqué ha decidido apoyar a su hijo y, por tanto, al PSE-EE-PSOE. "Esta candidatura defiende la Constitución y el Estatuto vasco frente a la preocupante Declaración de Estella". Hay más razones para Redondo Urbieta. "Esta fuerza política va a seguir muy de cerca y a luchar porque la reindustrialización de la zona dañe lo menos posible a los trabajadores. Decidido ya a mostrar apoyos, el veterano sindicalista elogió, con sus maneras sobrias y sin florituras, al candidato a la Presidencia del Gobierno de España. "José Borrell puede llevar adelante una política genuina, responsable y de izquierda en el Partido Socialista Obrero Español".

Éste es el primer paso de acercamiento público que Redondo Urbieta da a su partido, lo que no ha pasado desapercibido después de que empezara su distanciamiento en 1985 por la Ley de Pensiones, y terminara todavía no hace mucho con fuertes críticas públicas hacia el expresidente Felipe González.

De ahí que ayer muchos socialistas, en Euskadi y en Madrid, tuvieran un inusitado interés en saber "qué ha dicho Nicolás". Todos contentos, eso sí, y con la esperanza de que se olvide el pasado después de que el PSOE lleva ya más de dos años sin responsabilidades de gobierno.

Pero en la sede de esta fábrica de Sestao continuó la escena del reencuentro. El presidente del PSE, Txiki Benegas, no podía ocultar su satisfacción al escuchar de Nicolás Redondo su apoyo a la candidatura socialista. Borrell terció: "El apellido Redondo es y será siempre un apellido ilustre en la historia de este país".

El broche lo puso Redondo Terreros, flanqueado por su padre y por Borrell. "Tengo conmigo a la representación de la tradición del socialismo democrático, mi padre, y a quien representa el futuro, Pepe Borrell".