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Londres rechaza que Pinochet tenga inmunidad diplomática

El presidente chileno pide a sus compatriotas que no se polaricen

El Gobierno británico desbarató ayer el intento del Gabinete chileno de resolver la situación del general Augusto Pinochet reclamando la inmunidad diplomática del ex dictador. Pinochet viajó a Londres en "misión oficial", pero la vigencia del permiso estampado en su pasaporte diplomático alcanzaba hasta el pasado 9 de octubre. Una semana después fue detenido. Un enviado especial del Gobierno de Chile trató ayer de ampliar la vigencia del permiso con carácter retroactivo, pero el intento no encontró ninguna receptiva en el Foreign Office.

El enviado chileno Santiago Benadava acudirá hoy de nuevo a hablar con los responsables jurídicos del Ministerio británico de Exteriores. También en Londres, un grupo de parlamentarios pinochetistas -cuyos partidos, Renovación Nacional y Unión Democrática Independiente, recibieron el 40% de los votos en las últimas elecciones- se quejaron del poco éxito de su presencia en la capital del Reino Unido. A su llegada a Santiago procedente de Portugal y España, el presidente chileno, Eduardo Frei, pidió serenidad y calma e hizo un llamamiento para "no polarizar la situación" creada por la detención del ex dictador. Frei se encontró con un panorama extraordinariamente complicado. Las manifestaciones callejeras han quedado prohibidas después de los enfrentamientos entre partidarios y adversarios del general. El Congreso no funciona debido al boicoteo de la derecha pinochetista, que no acudirá a las sesiones mientras el ex dictador siga detenido en Londres. Andrés Zaldívar, presidente del Senado, dijo ayer que Chile pasa por "una de las situaciones más difíciles que le ha tocado vivir al país desde el comienzo de la transición". Y el general Ricardo Izurieta, jefe de las Fuerzas Armadas, convocó una "reunión informativa" en la Escuela Militar para todos los jefes y oficiales de la guarnición de Santiago. En España, Josep Borrell, candidato del PSOE a la presidencia del Gobierno, acusó a Aznar de ejercer "una presión sobre los jueces" para no tener que intervenir en el caso.

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