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Entrevista:EL NUMABEDEL

"Lo que importa no es el aspecto"

, Francisco Hidalgo Ballesta, Numa, como le gusta ser llamado por sus amigos, de 32 años, comenzó a trabajar en la Universidad de Huelva, en la Escuela Politécnica, como ayudante de servicios de conserjería en 1992. Pero antes pasó seis años de su vida en la Legión y perteneció a una banda de motoristas en Cataluña: Los Centuriones. Una de las personas más queridas de la universidad, amante del rock and roll y la lectura, luce un sinfín de tatuajes y sueña con comprarse una Harley. Pregunta. ¿Cómo es tu relación con los estudiantes y profesores? Respuesta. Me llevo muy bien con todo el mundo desde que comencé a trabajar, aunque al principio algunos pensaron que por mi aspecto era el clásico raro, de los que se meten de todo en el cuerpo. P. ¿Recuerdas alguna anécdota? R. El primer día me presentaron al personal de limpieza. A la hora de salir me crucé con tres trabajadoras que no conocía y, de pronto, comenzaron a correr aterradas y se escondieron en la sala de máquinas. Cuando me conocieron todo fue sobre ruedas. P. ¿Cuáles son las quejas de los estudiantes? R. La mayoría surgen el primer día porque los alumnos, que están perdidos y sin información, no saben adónde ir y se sienten agobiados con tanta burocracia universitaria. Otros se quejan de que los profesores no van a clase algunas veces, pero no hacen nada por solucionarlo. Ellos se dedican a protestar cuando deberían exigir, pero tienen miedo a las represalias. P. ¿Tu forma de vestir -ropa negra y cazadora de cuero- afecta de forma negativa en tu trabajo? R. No. Algunos se asombran al verme y no acaban de creerse que trabajo en la conserjería hasta que me ven detrás de la ventanilla. Pero yo creo que lo importante no es el aspecto sino el trabajo que uno desarrolla y yo intento hacerlo lo mejor posible. P. El Instituto Herrera de Sevilla ha prohibido a las alumnas llevar minifalda y tops. Y comer pipas en el centro. ¿Qué te parecen estas medidas? R. Yo creo que cada uno puede vestir como le dé la gana, dentro de unos parámetros de normalidad, pero hay mucho machismo. Respecto a lo segundo me parece bien que no dejen comer pipas porque luego el trabajo de las limpiadoras es recoger los restos.

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