Gil recusa al juez que le investiga por revelar a la prensa datos del sumario

El alcalde de Marbella, Jesús Gil ha recusado, por revelar secretos del sumario a la prensa, al juez de Instrucción número 7 de Marbella, Santiago Torres. Este magistrado ordenó el pasado martes, a instancias de la Fiscalía Anticorrupción, sendos registros en el Ayuntamiento de Marbella y el estadio Vicente Calderón en busca de documentación sobre la contratación de publicidad en las camisetas del Atlético de Madrid. La investigación se inició tras una denuncia presentada por el PSOE contra Gil, en mayo de 1996, por los presuntos delitos de fraude y malversación. La recusación se produjo el pasado fin de semana. El abogado de la acusación, José Carlos Aguilera, afirmó ayer no tener constancia de ello y señaló que ahora tendrá que notificarse esta situación a las partes y que el fiscal tendrá que informar antes de que el juez se pronuncie sobre la recusación. Fuentes del Ayuntamiento, sin embargo, creen que Torres tendría que dejar el caso ya.

Gil está citado hoy ante el juez para declarar como imputado por los presuntos delitos de fraude, malversación y prevaricación. Además de Gil comparecerán su abogado personal, José Luis Sierra, el dimitido teniente de alcalde Pedro Román, el gerente de la sociedad municipal Modesto Perodia y el vicepresidente del Atlético, Enrique Cerezo.

El alcalde de Marbella sostiene que sus problemas con la justicia se deben a una "utilización política del Gobierno" para inhabilitarlo en las próximas elecciones municipales, en las que su partido, el Grupo Independiente Liberal (GIL), presentará candidatos en Ceuta y Melilla. El alcalde sostiene que en 1996 ya entregó a la Fiscalía Anticorrupción toda la documentación solicitada sobre el asunto. En octavillas repartidas ayer en la localidad malagueña, Gil reiteraba esta versión.

Por otra parte, el concejal del Grupo Mixto de Marbella Carlos Fernández ha solicitado al pleno municipal que el alcalde se someta a "un urgente y exhaustivo examen psiquiátrico" por si sus facultades estuvieran mermadas y no pudiera desempeñar el cargo.