El Tribunal Superior fija un sobresueldo para los jueces que dicten más sentencias

El Tribunal Superior de Justicia de Madrid ha puesto en marcha un plan de choque para intentar reducir los 70.000 pleitos pendientes que tiene acumulados su Sala de lo Contencioso-administrativo, la más atascada de España. La primera medida es pagar una suerte de plus de productividad a los jueces por dictar más sentencias. Es decir, se ha establecido un baremo, en función del número y la complejidad de los pleitos, que permitirá a los magistrados que lo deseen cobrar sobresueldos mensuales que pueden llegar hasta las 200.000 pesetas si cumplen los objetivos prefijados. El plan, con una duración inicial de seis meses, prorrogables, ya está en marcha y abarca también a otros tribunales españoles de lo contencioso, según informaron fuentes jurídicas. En la Sala de lo Contencioso de Madrid, la que dirime litigios entre la Administración y los ciudadanos, la respuesta de los jueces a este plus de productividad ha sido desigual. Once de los 45 magistrados que la integran han aceptado el envite, según las citadas fuentes. Un miembro del Consejo General del Poder Judicial indicó ayer que esta medida fue abordada hace tiempo por el Consejo y que, hasta donde él tenía entendido, había sido rechazada mayoritariamente por los jueces.

"Las sentencias requieren tranquilidad y reflexión, nunca precipitación", subraya uno de los magistrados que ha rechazado el plus. "Es ilógico, si ponemos la mirada en el ciudadano que acude a nosotros para que resolvamos su pleito, que hagamos sentencias como rosquillas para ganar más dinero", añade.

Otro juez destaca: "Estamos agobiados de trabajo, estamos dictando a la semana seis o siete sentencias, por encima del módulo que recomienda el Consejo, y ahora nos vienen con lo de las horas extras para que pongamos todavía más: todo esto es absurdo".

La Sala de lo Contencioso de Madrid la integran nueve secciones. Un paseo por sus secretarías desvela, en unas más que en otras, el desconcierto en que se hallan inmersas por la monumental bolsa de asuntos que acumulan (una media de 7.000 casos por sección). Algunas, por falta de espacio, han tenido incluso que sacar montones de pleitos al suelo de los pasillos de las plantas porque no caben dentro. Desanima entrar en la secretaría: las mesas son montañas de papel judicial que muchas veces incluso tapan la cabeza de los funcionarios. Y eso no es todo: la bolsa de asuntos pendientes ha crecido aún más en lo que va de año. Si la Sala de lo Contencioso inició el año arrastrando de otros anteriores 60.000 pleitos, en lo que va de año la cifra sobrepasa ya los 70.000.

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El gran atasco