El metro de Sevilla
Si hay algo claro desde hace un par de años es que el metro de Sevilla iba a ser una de las bazas electorales a jugar en las próximas elecciones municipales. Finalizada con fracaso la odisea olímpica del 2004, de la que sólo se ha salvado el Mundial de Atletismo por la tenacidad de la Diputación, el PA, gestor de deportes en el Ayuntamiento, se vio privado del gran acontecimiento en el que tenía puestas sus esperanzas electorales, por lo que hubo de recurrir al sempiterno tema del metro. Para ello, la estrategia consistió en dinamitar las conversaciones con la Junta, con el coste de romper el consenso existe en el Ayuntamiento de Sevilla desde 1991, para así tener una enseña emblemática que ampare la carrera electoral del PA, bajo el esquema de romper para después presentarse ante el electorado como el salvador. No obstante, lo cierto es que el metro no parece ir por mal camino. La última propuesta de acuerdo fue remitida por la Consejería de Obras Públicas y Transportes hace menos de un año; el Parlamento muestra un acuerdo unánime para que se incluya una partida presupuestaria que garantice el comienzo de las actividades y la actual alcaldesa del PP se ha comprometido a realizar las gestiones ante el Gobierno para que éste contribuya a la construcción, como en su momento se hizo en Valencia. La realidad es, por tanto, bien distinta a la que se presenta al amparo de la próxima contienda electoral municipal. Ni es necesario ir empapelando la ciudad con carteles de "metro ya", porque todos están de acuerdo en que sea así, ni es necesario retar a la Junta de Andalucía para que incluya una partida para el comienzo de los trabajos porque la Junta es la que hizo la última propuesta de acuerdo. La cuestión es saber si el actual equipo de gobierno del Ayuntamiento PP-PA está dispuesto a no utilizar electoralmente el fetiche del metro y poner a trabajar a los técnicos del Ayuntamiento para hacer la contraoferta correspondiente, conforme al consenso alcanzado en junio del 96 y a la luz de la última propuesta recibida.LUIS ÁNGEL HIERRO
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