Boadella ironiza sobre el idioma "zaplanés" Conferencia del actor en Castellón

El actor y miembro de la compañía Els Joglars, Albert Boadella, considera al presidente de la Generalitat Valenciana, Eduardo Zaplana, como un personaje "fácil de parodiar". Boadella, quien ha incluido como protagonistas de sus espectáculos a Jordi Pujol, opina que la facilidad de la parodia a Zaplana se centra tanto en sus tics como en que, "dentro del caos que reina en los países catalanes, él ha creado una nueva lengua, que es el zaplanés".

Además del "cómo habla", destacó la "discreción" del presidente del Gobierno valenciano. En cualquier caso, admitió que "toda persona que ostenta poder es susceptible de parodia". Boadella acudió en la tarde-noche del viernes a Castellón a pronunciar una conferencia titulada Dudas de un payaso al final del siglo XX, organizada por Amics de la Natura e incluida en la 7ª semana cultural alternativa que se celebra en la capital de La Plana. Así, aseguró tener serias dudas sobre su futuro "porque el mundo de la cultura se está convirtiendo, cada vez más, en un mercado". "El mercado pide lo que es políticamente correcto y yo no lo soy, con lo que nunca podré ir a favor de lo que pide el mercado", añadió. Sin embargo, afirmó no saber definir su trabajo, al que se refirió como el de un "saltimbanqui artesanal que sólo puede hacer reir a 500 personas a la vez, cuando cada vez que se enciende la televisión hay dos millones de espectadores". El integrante de Els Joglars se refirió también al que será su próximo espectáculo, dedicado a la figura del pintor Salvador Dalí. Con él, según dijo, se cerrará el círculo creado con tres personajes catalanes que inicio con Jordi Pujol y continuó con Joan Plà, cuya representación está ahora en cartel. Del escritor señaló que "él era la manipulación del realismo". "Yo no tengo fantasía y siempre he sido poco fantasioso pero la realidad me ha provocado y me ha gustado manipular", añadió. Por último, Boadella hizo referencia a los nacionalismos a los que considera sentimientos, por lo que opina que "no se debe hacer política de los sentimientos".