_
_
_
_

Trinos

DE PASADAEl último ladrón de pájaros detenido por la Policía en Granada se había cobrado ocho piezas, ocho frágiles avecicas canoras que trinaban en el interior de una jaula en una terraza de una vivienda de la calle León. El malhechor, como en otros casos similares de los que hemos dado cuenta en esta sección, impresionados por el aroma lírico y el tacto de pluma del delito, tuvo que escalar la pared y destrozar puertas y ventanas para robar un puñado de pájaros. Un puñado de pájaros es también el título de uno de los últimos libros que escribió el poeta Luis Rosales. El detenido era un adolescente de 17 años y junto con los colorines y petirrojos arrambló con unos pantalones que había colgados en el tendedero. La información policial no comenta por qué abundan en Granada los ladrones de pájaros, individuos que despliegan un ingenio y una fuerza bruta incongruente con la suavidad y modestia del botín. Quizá se trate de una desconocida promoción de ladrones de guante rosa, una nueva modalidad delictiva en la que priva el amor al arte y la gratuidad de la misión. El músico Pepe Rey, director del grupo Sema, aboga por una leyenda rosa de Felipe II según la cual, de adolescente y por su mucha afición a la música, siempre viajaba con varias jaulas con aves cantoras. Sí que faltaron ruiseñores o alguna otra especie de pájaro cantor en el llamado con exagerada pretensión debate sobre el estado de la ciudad, sólo fuera para evitar el sentimiento de ausencia y orfandad que incomoda a los que en él participaron: Gabriel Díaz Berbel, César Díaz, Antonio Cruz, Baltasar Garzón y Juan de Dios Vico. Discutían acaloradamente de Granada pero la ciudad no estaba. Además de los agentes de guardia, el grupo de periodistas y los secretarios de los grupos políticos no había más contribuyentes interesados en conocer el diagnóstico de Granada. Sin embargo, la ausencia de público no es óbice para que los portavoces construyan frases ingeniosas, adornen sus afirmaciones con gestos vehementes y miradas retadoras y después de un ditirambo busquen en el público ausente un guiño de complicidad. Los ladrones de pájaros y el Ayuntamiento deberían trabajar en un proyecto común de Investigación Más Desarrollo para atraer pájaros al consistorio y borrar con gorjeos el silencio formidable de los plenos.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_