Kiko Veneno resume su carrera junto a Juan Perro, Calamaro, Plá y Martirio

Desde 1977, Kiko Veneno alimenta uno de los más ricos cancioneros de la música popular española. Aparte de fundar o potenciar proyectos tan idiosincrásicos como Veneno, Pata Negra o Martirio, intervino decisivamente en la renovación del flamenco, creando himnos como Volando voy. En Puro veneno (RCA), José María López Sanfeliu (Figueres, 1952) retoma sus piezas más memorables arropado por Martirio, Raimundo Amador, Juan Perro, Albert Plá y Andrés Calamaro. Casi todos estuvieron ayer en su presentación en la sala madrileña Galileo Galilei.

En la portada de su nuevo trabajo, Kiko Veneno aparece pasando al lado de unas alas pintadas con tiza sobre una pared negra: "Lo dice claro, es uno de esos momentos de ángel, de inspiración. De hecho, veníamos de una gira muy rockera, donde las canciones sonaban como un cañón. La idea original era grabar esa barbaridad, pero el estudio impuso otro rollo, un comedimiento, una reflexión sobre lo que cuentan esas historias. Se grabó prácticamente en directo en los estudios Red Led y creo que mi voz nunca ha sonado tan cálida, tan clara". Puro veneno es la destilación de 30 canciones, "nos hemos quedado con la mitad, me dicen que los tiempos no están para discos dobles. No es la selección ideal de nadie, ni siquiera la mía, yo echo de menos Barón rampante, pero el estudio y la coyuntura son un filtro tajante. Todas las publicadas tienen su razón de ser, claro, aunque me siento muy impresionado por la forma que ha tomado Lobo López. Ha sido bolerizada con Andrés Calamaro y adquiere finalmente ese aire de confesión masculina que no sé si las mujeres entienden de forma cabal".

No están todos los invitados que Kiko Veneno deseaba: "Naturalmente, yo hubiera cantado con Bob Dylan. Imagino que sería capaz de entender lo que hago con Memphis blues. Yo estoy muy contento con que a Jackson Browne le gustara mi adaptación de Take it easy, que abre el disco de homenaje (Cántame mis canciones, Columna Música) que hemos realizado artistas españoles. La verdad es que mi Tú tranquilo es una desvergüenza pero a mí me recuerda mi temporada en EE UU, allá por 1974. Cuando, lo que son las cosas, descubrí el flamenco con un gitano de Morón que vivía en San Francisco".

De vuelta en Sevilla, Kiko Veneno contactó con Raimundo y Rafael Amador, dos jóvenes gitanos a los que introdujo en "músicas modernas y jipiosas. Ha corrido mucha agua bajo el puente pero da la casualidad de que Puro veneno llega a las tiendas justo después de Noche de flamenco y blues, la triunfal revisión de la carrera de Raimundo Amador. Al cantante no le preocupa la coincidencia: "Hay un espíritu similar pero la intención musical es muy diferente. ¡Y el resultado! Lo que ambos demostramos es que hay canciones de más de veinte años que todavía son válidas y que son nuestras. ¿Sabes que todavía he tenido que demostrar, con el DNI en la mano, que yo soy el López Sanfeliu que compuso canciones para Camarón?".