Los astilleros de Cádiz pueden perder 8.300 millones más de los previstos
Los astilleros en Cádiz han experimentado importantes desviaciones sobre las pérdidas previstas por el Plan Estratégico de Competitividad (PEC) para 1998. El grupo público, en toda España, ha perdido 20.000 millones de pesetas, más del doble de lo calculado. La planta de Puerto Real, es la que ha experimentado peores resultados y perderá más de 10.000 millones, frente a los 4.000 previstos. La de Cádiz podría alcanzar un resultado negativo de 3.000 millones cuando esperaba pérdidas de 700. En total, el déficit de las plantas gaditanas puede ascender a 8.300 millones más de los previstos.
Los resultados negativos se presentan en el peor momento posible, ya que a partir de 1999 el Estado no podrá asumir las deudas de las empresas públicas, en cumplimiento de los acuerdos comunitarios, lo que abre un periodo de incertidumbre. La desviación de Puerto Real obedece fundamentalmente a las dificultades encontradas para el desarrollo de un programa de construcción de dos ferris. En cambio, en Cádiz, la desviación del resultado anual obedece en buena parte a un contencioso que mantiene la firma naval pública española con la petrolífera brasileña Petrobrass para el cobro de una cantidad superior a los 2.000 millones de pesetas por la transformación del buque Cairú. El comité de empresa de Cádiz responsabilizó de los resultados a los gestores del grupo público. "Este resultado, que confirma desgraciadamente los datos provisionales que teníamos, demuestran la incapacidad de los gestores actuales para sacar adelante los astilleros, sin desviarnos más allá de lo marcado en el PEC", dijo ayer Jesús Gargallo, presidente del comité, en alusión a los documentos que fijan los márgenes de actuación de cada planta con el objeto de situarlas a todas en el umbral de la rentabilidad antes del final de 1999. "No queremos dar por cerrado el ejercicio, porque si se alcanza un acuerdo con los brasileños podemos terminar con modestas pérdidas que serían asumibles por la empresa", subrayó Gargallo. Petrobrass, que es el cliente más importante de AESA-Cádiz, ha congelado hasta el momento el pago de esa cantidad debido a unos problemas técnicos, ya solventados, que surgieron en el Cairú. Los trabajadores recordaron ayer que ellos han cumplido "escrupulosamente" su parte del trato: "Hemos practicado una revolución interna en cuanto a la organización, nos hemos sometido a nuevas pérdidas de empleo mediante prejubilaciones, pero, a cambio, ellos han demostrado una irresponsabilidad absoluta". El comité intercentros teme además por los planes del Gobierno central para el sector. "El PP ha dejado este sector descabezado" dijo ayer Gargallo recogiendo el malestar del colectivo por el hecho de que no se haya sustituido a Pau Guardans, quien dimitió hace meses como responsable de las empresas navales de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI).
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