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ELECCIONES EN EL PAÍS VASCO

El "comando Galicia" de ETA admite que planeó matar a Fraga

Aitor Fresnedo, Arantzazu Garballo y Carlos Emilio Cristóbal, presuntos miembros del comando Galicia de ETA que están siendo juzgados en la Audiencia Nacional, admitieron en su declaración a la Guardia Civil, cuando fueron detenidos en julio de 1996, su pertenencia a la organización terrorista y que pretendían asesinar al presidente de la Xunta de Galicia, Manuel Fraga, y al presidente de la empresa Pescanova. Sin embargo, ante el juez instructor y en la vista oral, que continúa hoy, se han negado a declarar. Por ello el juez solicitó la lectura de las declaraciones policiales. En ellas, Cristóbal también reconoce que pensaba atentar contra varios militares de Pontevedra y contra un funcionario de la cárcel de Vigo. El fiscal pide para los tres procesados penas que suman 153 años de cárcel.

Los peritos de la Guardia Civil afirmaron ayer que en los registros realizados en los pisos que habían alquilado los presuntos terroristas en Pontevedra y en A Coruña encontraron escritos, atribuidos a Fresnedo, con datos sobre los lugares que Fraga solía frecuentar y los itinerarios que realizaba. También hallaron papeles que se atribuyen a los otros dos procesados y documentos falsos de identidad. Fresnedo, Garballo y Cristóbal admitieron ante la Guardia Civil que durante su estancia en Galicia intercambiaron correspondencia, mediante un enlace, con el jefe de los comandos operativos de ETA, José Javier Arizkuren Ruiz, Kantauri.

Los escoltas del presidente de la Xunta declararon en el juicio que fueron avisados de que Fraga podía estar siendo vigilado, pero aseguraron que no percibieron tal seguimiento. Los propietarios de los pisos que alquilaron los presuntos terroristas declararon que los inquilinos no les suscitaron sospecha alguna. Fresnedo y Cristóbal se hicieron pasar por estudiantes madrileños y Carballo por una estudiante catalana.

Cascos, Chaves y Arenas

Por otra parte, el juez Manuel García Castellón comunicó ayer a los cinco detenidos tras el desmantelamiento del comando Andalucía -Mikel Azurmendi, Maite Pedrosa, José Luis Barrios, David Claude Cristian Gramont y Jean José Esnal- cuatro autos de procesamiento por pertenencia a banda armada, por 16 delitos de conspiración para cometer asesinatos y por tenencia y depósitos de explosivos. En los autos se les acusa de intentar asesinar al vicepresidente del Gobierno Francisco Álvarez Cascos; al ministro de Trabajo, Javier Arenas, y a su esposa; al presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves; a la alcaldesa de Sevilla, Soledad Becerril; a la de Málaga, Celia Villalobos; al alcalde de Granada, José Javier Díez Berbell, y a otros ediles andaluces, además de a varios funcionarios de prisiones y policías. También trataron de secuestrar a un concejal de Nerja con el que trataban de plantear al Gobierno un ultimátum de 24 horas, al igual que hizo ETA con el concejal del PP de Ermua Miguel Ángel Blanco.

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