Milosevic frena el ataque de la OTAN al aceptar 2.000 observadores en Kosovo

El presidente serbio, Slobodan Milosevic, aceptó ayer una masiva vigilancia internacional por tierra y aire del territorio de Kosovo como parte del compromiso alcanzado por el mediador norteamericano, Richard Holbrooke, para evitar el ataque que la OTAN ya ha decidido en caso de desacuerdo. Milosevic comunicó ayer a su población que "el peligro de una intervención militar ha desaparecido". Acogido con prudente optimismo en la UE y EE UU, el acuerdo arroja dudas sobre las posibles soluciones políticas al problema secesionista en Kosovo. Un portavoz del Ejército de Liberación de Kosovo mostró su insatisfacción por el acuerdo y advirtió que su objetivo sigue siendo "la total independencia". El acuerdo da, no obstante, a la comunidad internacional un mayor control sobre la situación en Kosovo del que ha tenido nunca hasta la fecha. Dos mil observadores de la Organización sobre Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE) se encargarán sobre el terreno de comprobar si el Gobierno serbio cumple con las exigencias de la ONU en materia de derechos humanos. Asimismo, aviones desarmados de la OTAN sobrevolarán la zona en misiones de vigilancia. El acuerdo debe ser formalmente firmado el viernes por el Gobierno serbio y la OSCE. La OTAN mantendrá la orden de ataque hasta que confirme el cumplimiento del compromiso.