El nuevo espacio aéreo de Barajas ha ocasionado retrasos en 1.255 vuelos desde el 8 de octubre

Desde el pasado 8 de octubre y debido a la adaptación a la nueva configuración del espacio aéreo de Barajas y a la nueva torre de control, 1.255 vuelos registraron demoras. No obstante, a medida que pasan los días, la situación se estabiliza y los retrasos disminuyen. Ayer lunes, los índices de puntualidad rozaron la normalidad. A las 19.30, los últimos datos aportados por Barajas reflejaban un promedio de un 78% de vuelos puntuales, dato que contrasta con el 53 % de puntualidad registrado el viernes, el segundo día de los cambios en las maniobras de aproximación y salida del aeropuerto.

Tras cinco días de retrasos y cancelaciones de vuelos, Barajas recobró la normalidad. Tras el ajetreado puente del Pilar, el aeródromo presentaba ayer unos índices aceptables de puntualidad. De los 760 vuelos programados, a las ocho de la tarde se habían producido 592 operaciones, con una media de retrasos del 22% y un tiempo medio de demora de 13 minutos. Según fuentes del centro de prensa del aerópuerto, "la jornada fue vivida con absoluta normalidad".Estos datos confirman la progresiva recuperación de la normalidad en Barajas que, desde el viernes, se enfrenta al periodo de adaptación al nuevo espacio aérero (necesario para poder efectuar las operaciones de entrada y salida de los aviones en la tercera pista, que se abre en noviembre).

Han sido cinco días de esperas en algunas terminales. Los pasajeros, resignados en su mayoría, confían en que las molestias sufridas sirvan para que situaciones como las vividas este verano no se vuelvan a repetir.

El jueves pasado, primera jornada de adaptación al nuevo sistema, el índice de puntualidad, según Barajas, se situó entre un 10 y un 20 % menor al de una una jornada óptima. El 46 % de los vuelos, casi la mitad, sufrieron retrasos, con una demora media de 23 minutos.

El viernes y pese a las medidas especiales adoptadas ante el previsible incremento de operaciones por el puente del Pilar, el porcentaje de puntualidad fue de un 53 %. A las 20.00 habían operado 586 vuelos de los 791 previstos, con un retraso medio de 22 minutos.

Según el aeropuerto, las cancelaciones producidas aquel día, así como los retrasos de importancia experimentados en algunos vuelos, tuvieron su origen en causas ajenas al aeropuerto: "Fundamentalmente en las malas condiciones del tiempo atmosférico en los aeropuertos de origen o destino".

Fin de semana

El sábado, la jornada transcurrió con relativa normalidad: hubo un 68 % de puntualidad, seis puntos menos que el día anterior. A las 20.00, habían operado el 83 % de los 607 vuelos previstos. La media de retrasos se situó en 18 minutos. Fuentes del aeropuerto calificaron la jornada de "tranquila". Sólo se efectuaron cinco reclamaciones - la mitad de las del día anterior- y todas ellas ajenas a los problemas ocasionados por el nuevo espacio aéreo. La jornada dominical registró un 76 % de puntualidad, "prácticamente igual a la media de los principales aeropuertos europeos" , según Barajas. La media de demoras fue de 10 minutos, ocho menos que el día anterior, y de los 616 vuelos previstos, a las 19.00 habían operado un total de 438.