La juez aplaza el entierro del industrial asesinado en Fuenlabrada

La titular del Juzgado número 7 de Fuenlabrada (163.900 habitantes) no firmó ayer el permiso para enterrar a Santiago Villarreal García, el industrial de 61 años asesinado el pasado sábado en una nave de maderas del polígono fuenlabreño de El Álamo. La juez accedió así a la petición de la médico forense de seguir analizando el cuerpo del fallecido. La familia de la víctima se quejó ayer por la decisión de la juez.

Familiares del fallecido explicaron ayer que la médico forense del Juzgado número 7 de Fuenlabrada pidió una ampliación de la autopsia para asegurarse de que las pruebas practicadas eran las correctas. Para ello hablará hoy con el laboratorio de la Policía Judicial. Si las muestras de tejidos y las biopsias realizadas son suficientes para el estudio policial, hoy se autorizará la inhumación del cadáver.

Fuentes del Instituto Anatómico Forense, donde ayer se encontraba el cadáver a la espera de ser inhumado, señalaron que el motivo alegado por el juzgado fuenlabreño es poco frecuente para retrasar el enterramiento de una víctima de un homicidio. "Si hay algún problema posterior o se necesita algún aspecto más concreto para la instrucción del caso, se exhuma el cadáver", comentaron.

La familia definió al fallecido como una persona "muy agradable y muy simpática". Santiago Villarreal García estaba casado y tenía dos hijos. Según comentaron sus allegados, había pensado jubilarse en breve y dejar la fábrica de tornillos Letarra, de la que era uno de los socios. Quería empezar a disfrutar de la vida y pasarlo bien con su mujer, afirmaron el novio de una de sus hijas y un sobrino. "Este drama sólo se puede entender si uno logra ponerse en la piel de su viuda, que ha visto cómo han matado a su marido justo ahora que pensaba dejar de trabajar. Es un auténtico drama que todavía no estamos preparados para entender", explicó el sobrino.

Golpe en la cabeza

La familia desconocía ayer las causas exactas en las que se produjo la muerte de Santiago Villarreal García. Según explicaron sus allegados, el juzgado sólo les había informado de que había muerto de un golpe en la cabeza, sin especificar ningún detalle. "Lo que saben es que apareció muerto en una nave donde se cometió un robo y que es distinta de la que estaba trabajando", confesaron.También añadieron que no era frecuente que la víctima acudiera a trabajar a la nave los sábados por la tarde. De hecho, todavía desconocen el motivo que le llevó hasta Fuenlabrada el día del crimen.

La policía continuaba ayer sus pesquisas para intentar esclarecer el número de personas que habían participado en el robo y el paradero de los homicidas. Al cierre de esta edición, la policía no había logrado detener a nadie, según explicaron fuentes policiales.