Maniobras militares de bajo impacto
Las instalaciones de El Retín serán las primeras europeas con estrictos controles ambientales
Aunque su papel quedó desdibujado en el desconcierto de las primeras horas, el Ministerio de Defensa fue uno de los organismos que más rápido se incorporó a las tareas de evaluación del desastre de Aznalcóllar. Un día después de que reventara la presa, el Servicio Cartográfico y Fotográfico del Ejército facilitaba a los especialistas de las distintas administraciones casi medio centenar de instantáneas de la zona, para que pudieran planificar mejor sus actuaciones. En un proceso similar al que condujo a la creación del Seprona, el Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil, el Ejército se ha ido incorporando en los últimos años a diversas tareas relacionadas con la conservación del medio ambiente y, lo que es aún más importante por su novedad, ha comenzado a aplicar criterios de respeto ambiental en algunas de sus actuaciones e instalaciones. Dentro de los presupuestos de Defensa para el presente año se ha destinado una partida de 2.762 millones de pesetas a inversiones de carácter medioambiental. Entre otros, se están aplicando programas para la reducción de la contaminación atmosférica, modernizando calderas y sistemas de calefacción, y mejora de la calidad de las aguas, actuando sobre redes de saneamiento y plantas de depuración. La mayor parte de las inversiones (más de 1.000 millones de pesetas) corresponden al Ejército de Tierra, que está ejecutando actuaciones, incluidas las de tipo educativo, en 31 acuartelamientos de todo el país. Algunas de las intervenciones de mayor trascendencia tienen que ver con los campos de maniobras, adiestramiento o polígonos de tiro, muchos de ellos dispuestos en extensas fincas de gran valor ecológico, tanto por su ubicación geográfica como por el buen estado de conservación que presentan, al estar restringido el acceso a las mismas. En Andalucía destacan algunas de estas propiedades, como las que rodean al campamento de Cerro Muriano, en la Sierra Morena cordobesa, que albergan excelentes masas forestales; el polígono de tiro de Torre Gorda, incluido en el Parque Natural de la Bahía de Cádiz, o El Retín, un campo de adiestramiento, de más de 5.000 hectáreas de extensión, situado en la comarca gaditana de La Janda. La Armada, de quien depende El Retín, pretende convertir ahora este campo de adiestramiento en el primero de España, y de Europa, en estar homologado de acuerdo con la norma ISO 14000, para cuya obtención es preciso cumplir una serie de estándares, aceptados a nivel internacional, que garantizan la aplicación de las denominadas "buenas prácticas medioambientales". En definitiva, lo que trata de implantarse en El Retín es un Sistema de Gestión Medioambiental, similar al que ya aplican algunas industrias, que permita vigilar todas las actividades para reducir al mínimo su impacto, convirtiéndolas en compatibles y respetuosas con la naturaleza. En este campo se realizan sobre todo ejercicios de desembarco naval, aunque en las zonas de sierra que incluye también se realizan entrenamientos con fuerzas terrestres y aéreas, así como prácticas de tiro. A pesar de contar con un frente de playa de unos 5 kilómetros, las operaciones se han reducido a un sector de no más de 400 metros para reducir al máximo las alteraciones sobre la costa. En su tránsito hacia el interior del campo de maniobras, los vehículos pesados solo pueden circular por caminos o cortafuegos, para evitar daños en el suelo y la cubierta vegetal. En los casos en que es imprescindible abandonar estas vías, se evita el paso por setos, arboledas, matorrales, raíces al descubierto, zonas de fuerte pendiente o cursos de agua. Asimismo, está prohibido el abandono de cualquier tipo de residuo fuera de las zonas especialmente habilitadas para el depósito de desechos. Las áreas destinadas a prácticas de tiro están especialmente acondicionadas para reducir el riesgo de incendio, aunque, como norma general, este tipo de ejercicios se suspenden entre el 15 de junio y el 15 de septiembre. Los nuevos criterios con los que se está gestionando este campo obligan, incluso, a la retirada de los cartuchos, envases de munición o cualquier otro residuo que haya quedado disperso sobre el campo de operaciones.
Naturaleza acuartelada
Las condiciones naturales del campo de adiestramiento de El Retín, y la experiencia de gestión ambiental que se está llevando a cabo en el mismo, han hecho que el Ministerio de Defensa le dedique la primera de una serie publicaciones orientadas a explicar el papel que desempeñan las Fuerzas Armadas en la conservación del medio ambiente. La Sierra de El Retín. El campo de adiestramiento de la Armada y sus valores ambientales, es el título del libro que firma Jesús Tornero, una completísima guía, muy bien ilustrada, que a primera vista cuesta trabajo incluir en lo que hasta ahora podía considerarse una publicación militar. Además de explicar la historia, características y uso que se le da a esta finca, detallando todos los mecanismos de prevención ambiental que se están aplicando en la misma, el autor hace un detallado recorrido por los principales ecosistemas de El Retín, describiendo la flora y fauna que en ella habita. El campo de adiestramiento está situado en el centro de la ensenada de Barbate, entre esta población y la de Zahara de los Atunes. Además del amplio frente costero que ocupa también se extiende sobre la totalidad de la sierra de la que toma el nombre, ocupada por formaciones típicas del bosque mediterráneo. Acebuches, alcornoques y tupidas manchas de matorral constituyen la vegetación más sobresaliente. En lo que se refiere a la fauna, El Retín concentra una buena representación de especies protegidas, como el meloncillo, el gato montés, el águila culebrera, el águila calzada o el lagarto ocelado. Al estar situado en el corredor migratorio que une Europa y África multitud de aves, como el halcón abejero, visitan la zona, usándola como área de descanso.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.