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NOFX regresa a San Sebastián con su "hardcore" melódico

La gran mayoría de los estilos musicales, sobre todo aquellos que cuentan con cierta solera, tienen emparentada una tribu o un determinado tipo de público. En el caso del hardcore melódico, generalmente se retrata a sus incondicionales como adolescentes de pelo tintado que no paran de brincar durante los conciertos luciendo bermudas, zapatillas surferas y camisetas o sudaderas de su grupo predilecto. A buen seguro, pese al temporal que azota Euskadi, buena parte de los espectadores que hoy se acerquen a San Sebastián a contemplar la puesta en escena de NOFX (Anoeta, 19.00 horas) se ajustarán al citado estereotipo. La nueva visita que el cuarteto norteamericano efectúa a la capital guipuzcoana (acompañado de sus compatriotas Teen Idols, los japoneses Hi Standard y Squire Tgun) servirá para presentar las canciones de So long...and thanks for al the shoes (Epitaph), última entrega de una carrera que arrancó hace 15 años. Este último álbum se compone de 16 auténticos trallazos de hardcore melódico y punk rock, 16 temas breves y veloces que han sido construidos sobre bases rítmicas atropelladas y guitarrazos ajenos al virtuosismo. Las voces, energéticas pero melódicas, son las que atemperan la ruidosa instrumentación y alejan su propuesta de vertientes extremas. A dicho distanciamiento también contribuye su tradicional inclinación por la bailable música ska, patente esta vez en tres temas: 180 degrees, All outta angst y el reggae titulado Eat the meek. Como más de una vez han demostrado Operación Ivy y Rancid, el espíritu punk casa perfectamente con los aires caribeños. Primera división NOFX pertenece, junto a bandas como los precursores Bad Religión, a la primera división del hardcore melódico. La aparente simplicidad de tan desenfadado estilo hace que factores como pericia y frescura sean los que acaben determinando qué bandas dan el salto a Europa y cuáles son relegadas a amenizar las cabriolas de surfers y skaters de California, auténtico santuario del más juvenil punk rock. Un sonido sólido y característico, fácilmente identificable gracias a la voz de Fat Mike, así como un particular sentido del humor que les coloca a menudo al borde de la excentricidad, son dos de las grandes bazas del conjunto. Desde luego, no cabe duda de que si han llegado a ser uno de los grupos más renombrados y veteranos del género, no es precisamente gracias a descomunales campañas de promoción ni a haber protagonizado en televisión un anuncio de una marca comercial de difusión internacional. La banda se mantiene fiel a su estilo frente a los medios de comunicación. No grabar vídeos de sus canciones, ni conceder entrevistas son únicamente las expresiones más llamativas de su postura anti showbusiness.

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