Trece carreteras cortadas, casi todas en Vizcaya, por las fuertes lluvias

Las fuertes precipitaciones de lluvia cortaron ayer un total de 13 carreteras -doce en Vizcaya y una en Guipúzcoa- y obligaron a desalojar a 50 jóvenes de un caserío de Zestoa. Los mayores problemas se suscitaron en el territorio vizcaíno, donde se registraron hasta las 19.00 de ayer 65 litros de agua por metro cuadrado, frente a los 40 que se recogieron el jueves y los 34 del miércoles. Además, el Ayuntamiento de Barakaldo decretó la alerta roja ante el aumento del caudal de los ríos Castaños y Cadagua. La mayoría de las carreteras cortadas en Vizcaya se localizaron en el área metropolitana de Bilbao, como la N-634 en Barakaldo y Galdakao, el enlace entre la autopista y el Puerto de Santurtzi, o las carreteras provinciales en Sodupe, Astrabudua y Sestao, en todos los casos por balsas de agua. Además, quedaron inutilizadas por desprendimientos tramos en Urduliz, Balmaseda y Aulestia. Los servicios de bomberos de la Diputación vizcaína realizaron 20 salidas y los retenes de Obras Públicas, más de 40 intervenciones. A última hora de la tarde de ayer, con motivo de la pleamar, se temían ligeros desbordamientos del Nervión en la comarca de Ibaizabal y la Margen Izquierda. 31,5 litros en San Sebastián En Guipúzcoa, la lluvia provocó dos accidentes en cadena, una carretera cortada y 50 jóvenes desalojados de un caserío. El Observatorio Meteorológico de Igeldo (San Sebastián) registró a mediodía 31,5 litros de agua por metro cuadrado. Zestoa fue la zona más afectada, pero sólo se precisó cortar la carretera que discurre entre Aizarna e Iraeta. Un grupo de 50 jóvenes de Pasajes y Trintxerpe que se alojaban en el caserío Sastarrain tuvo que ser desalojado. Ante la crecida del río Urola, que los estudiantes debían atravesar, se optó por tomar esta medida por precaución. Las carreteras de la costa también sufrieron las inclemencias del tiempo y las principales entradas a San Sebastián se vieron colapsadas en algunos momentos. El mal estado del firme y la merma de la visibilidad propiciaron los accidentes. Siete vehículos colisionaron en la A-8, la autopista Bilbao-Behobia, en Oiartzun. A pesar de lo aparatoso del percance, sólo una persona tuvo que ser evacuada y no se registró ningún herido de gravedad. En Añorga, también en la incorporación a la A- 8, cinco coches se vieron involucrados en un accidente, del que no se derivaron consecuencias mayores. La lluvia apenas produjo anomalías en el tráfico de las carreteras en Álava, informa E. O. de Arri. La Ertzaintza sólo constató un desprendimiento en la carretera local A-2604, en el cruce de Ureta, en el valle de Ayala. El incidente se comunicó a las 10.30 y ya se había subsanado para las una. Por la tarde, dos vehículos chocaron en Berantevilla, al suroeste de la provincia. Como consecuencia del golpe, un herido fue trasladado al hospital de Santiago Apóstol de Vitoria.